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~ 14 ~

La mañana siguiente Chris despertó a la hora que normalmente lo hacía apesar de que no había podido dormir bien. Se removía en la madrugada cuando los recuerdos de la vara siendo clavada en su espalda se hacían presentes, despertandolo muy alterado y con miedo, pero tranquilizandose al ver a sus pequeños hermanitos dormir plácidamente, no habría soportado si alguno de ellos hubiese salido lastimado.

Comenzó a vestirse para que así los más pequeños no vieran su herida espalda. No puede negar que el dolor estaba presente y el simple rose de la tela con su lastimada piel quemaba como el mismo fuego. Entendía que ese acto le lastimaba en mayor magnitud y le complicaba el curarse de manera más rápida pero prefería ser el unico que sufriese. Mientras sus hermanos estuvieran bien... dentro de las circunstancias.

Luego de estar listo, levantó a los gemelos para alistarlos mientras Felix se arreglaba. Cuando los cuatro estuvieron listos se sentaron en sus respectivas camas esperando a que Changbin subiera.

Cosa que nunca pasó.

Changbin era alguien muy puntual y por lo tanto, mientras pasaban los minutos todos comenzaban a compartir el mismo presentimiento que hacía doler el corazón si era verdadero.

Pasaron lo que parecían ser horas y entonces se dieron cuenta que sí, Changbin no subiría.

Los gemelos, ajenos a la preocupación habían comenzado a jugar en su propio mundo compartido, al menos ellos solo sentían dolor de estómago por el hambre, a comparación de Chris, quién sentía un inmenso dolor estomacal de los nervios y todo lo que se estaba acumulando en su mente.  Se sentía culpable, muy culpable.

-Hey Chris, ¿que tanto piensas? Vamos a jugar con los gemelos, de seguro mañana Changbin viene y todo se acomodará nuevamente- Felix se había acercado a su hermano que estaba en la cama

-Lo siento- apenas susurró

-¿qué dices?¿Por qué?

- Es solo que... siempre trato de ser el mejor hermano y distraerlos de todo esto... trato de darle una "infancia"- hizo comillas en el aire- a los gemelos, solamente trato de tranquilizar el ambiente pero nunca lo logro... ahora por mi culpa no comerán, casi los hiere el abuelo que ahora nos odia... yo... simplemente lo siento, lo siento mucho Felix- la voz de Chris comenzó a romperse y Felix tenía enormes ganas de abrazarlo fuertemente pero no quería lastimarlo.

-Hey Chris mírame- tomó su rostro con ambas manos y lo levantó hasta que sus miradas chocaron- no tienes la culpa de nada ¿me entiendes? de absolutamente nada, al contrario todo lo que estás haciendo no creas que lo pasamos por alto, no hubiera aguantado ni tres días aquí pero con la rutina que nos has hecho llevar es qué no caigo en un hoyo. Siempre hay pensamientos que me abruman, extraño a papá y sé que tanto tú como los gemelos lo hacen de igual manera, pero siempre mantienes nuestras mentes ocupadas que ni siquiera nos da tiempo para la tristeza. Si hay alguien que tuviera que lamentarse sería yo, por no poder devolverte ni un cuarto de lo que tú nos das Chris.

Chan había comenzado a derramar lágrimas silenciosas que Felix se encargaba de limpiar rápidamente con sus pequeños pulgares, aún sin separar sus manos de su rostro. Quería abrazar a Chris por mucho tiempo y no soltarlo. Así que quedaron en silencio solamente compartiendo miradas llenas de comprensión y amor, que calmaban ambas mentes.

Luego de unos minutos en los que Chris se permitió llorar en silencio, liberando un poco de la carga que comenzaba a lastimarle, decidieron que subir al atico sería buena idea, pues el cuarto comenzaba a asfixiarles.

Al subir, los gemelos no tardaron ni un segundo en continuar con sus juego, mientras que Chris y Felix se sentaron a observarlos jugar. Aunque la mente del mayor viajaba continuamente al recuerdo de la tarde anterior haciendo que su cuerpo se tenzase y le recorriera un escalofrío, cosas que no pasaban desapercibidas para Felix, así que después de unos minutos se le ocurrió una idea para mantener sus mentes ocupadas.