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Era de mañana, tres días pasaron desde aquel beso en el tejado y habían sido despertados por un ruido bastante fuerte en el cuarto, los cuatro se sentaron rápidamente mientras un mareo los recorría por la repentina acción así que tuvieron que esperar unos segundos a que su cuerpo se acostumbrara, cuando lo hizo quedaron enmudecidos pues Changbin estaba en el dormitorio con tablas alrededor y otras puestas sobre las ventanas.

-¿Qué hace?- Chris preguntó mientras se levantaba de la cama y se dirigía a un lado del mayor, sin recibir respuesta- le estoy hablando, ¿por qué tapa las ventanas? Es la única fuente de luz aquí, ya nos quitó el oxígeno y ¿ahora piensa quitarnos la luz?

La única respuesta que conseguía eran los martillazos certeros que daba Changbin por lo que Chris se levantó y dirigió hacia la cama de los gemelos, que era la más cercana al mayor, y los cargó a ambos, uno colgado en su espalda y el otro por el pecho, para acercarlos a Felix. Dejó a los tres en la cama y él comenzó a levantar su ropa del suelo, pues comenzaba a salir mucho polvo.

Changbin en ningún momento habló simplemente se dedicó a cerrar las ventanas.

-¿No nos va a contestar? Solamente estoy preguntando el por qué de esto- señaló las dos ventanas clausuradas y la sobrante que pronto también taparía- el cuarto está muy oscuro y soltó mucho polvo que se nos está metiendo a la nariz, sólo queremos saber la razón.

- Les voy a pedir una sola cosa- dijo Changbin finalmente mientras se dedicaba a levantar las tablas sobrantes del suelo- no hagan ruido ésta noche, si lo cumplen quitaré las tablas pero si no, ustedes ya saben que ocurre.

Y sin decir más, tomó las herramientas que utilizó y salió del cuarto. Los hermanos no entendieron que había ocurrido pero no podían hacer más que desayunar. Al terminar, Chris le dijo a Felix que subieran al ático mientras él se encargaba de limpiar las camas de todo el polvo que les había caído; fue un trabajo algo pesado ya que para que el polvo no se subiera, habían cerrado las escaleras del ático dejando a Chris en un cuarto asfixiante pues tendía las camas haciendo volar la suciedad mientras que con una playera vieja, sacudía toda la habitación hundiendolo en una nube de polvo. Finalmente tuvo que recogerlo con la misma playera y depositarlo en el cesto de basura del baño, tosiendo todo el tiempo.

El día siguió su curso después de aquello, jugaron un rato en la tarde antes de comer y después se dedicaron a lavar su ropa.
Para cuando el Sol se estaba metiendo los hermanos se encontraban en el ático acostados en la madera sucia mientras recordaban en conjunto algunas cosas de su antigua casa, no estaban tristes pues lo único de que hablaban eran anécdotas graciosas de caídas o bromas.

Cuando la habitación se inundó de un color naranja sabían que los últimos rayos de luz los estaban saludando, los cuatro quedaron en silencio disfrutando de la tranquilidad que el crepúsculo les daba, tranquilidad que se vio drásticamente interrumpida por un ruido proveniente de afuera.

Felix se sentó rápidamente y miró a sus hermanos, los gemelos hablaban de algo íntimo y Chris tenía los ojos cerrados así que parecía que el pecoso era el único que lo había escuchado, hasta que se volvió a oír y Chris abrió rápidamente los ojos, encontrándose con la mirada del menor.

Los mayores se levantaron y acercaron a la ventana, ante ésta acción los gemelos les siguieron sin saber que hacían.
Cuando llegaron a ésta, el ruido era un poco más claro..

- son ¿voces?- Felix preguntó en un susurro como si se escondieran de algo.

-creo que es un carro.

Ambos hermanos mantenían la oreja pegada a la ventana, mientras que los gemelos se miraban extrañados por la actitud de sus hermanos así que solo pudieron pegar sus orejitas a la pared pues no alcanzaba el ventanal.

ᎬΝᏟᎬᎡᎡᎪᎠϴՏ- ᏟᎻᎪΝᏞᏆХ ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora