Todas las cosas bellas y armónicas que uno conserva en su corazón tienen una procedencia común en el dolor. El hecho de nacer en la aflicción y la ceniza.
V.C Andrews~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
El aire acariciaba su rostro delicadamente, meneando el pastizal que lo rodeaba. Sus cabellos negros se le pegaba a la cara causándole cosquillas. No sabía cómo había llegado ahí, pero le gustaba.
El cielo estaba despejado, dejando a la vista su color azul claro. El Sol brillaba fuertemente, pero no lastimaba y el aire soplaba gentilmente, moviendo sus ropas, cabellos y las hierbas de alrededor. Podía sentir esa libertad que tanto amaba.
Giró sobre sus talones, sin saber por qué, pero entonces, a la lejanía, pudo notar la silueta de un hombre, no podía distinguirse bien pues el Sol le daba de frente así que comenzó a caminar hacia él. Se sentía flotar, como si en lugar de estar pisando pasto, estuviera pisando nubes, se sentía ligero y rápido.
Cuando estuvo frente al hombre, notó que éste le daba la espalda pero antes de si quiera hablarle, el hombre volteó, lentamente, haciendo que lágrimas se juntaran en sus ojos.
Era Jisung.
Su padre estaba frente a él, sonriéndole cálidamente, abultando sus mejillas, mostrando el lunar en ellas, achicando sus ojos brillantes y oscuros.
Quiso hablar, pero no pudo, la garganta se le había cerrado. Así que lo abrazó.
Había imaginado tanto este momento, por años, y ahora se sentía irreal. Olía a chocolate, olía a papá, olía a casa. Lo abrazó con todas sus fuerzas, tanto que incluso temió lastimarlo pero necesitaba aferrarse a él, lo había extrañado tanto, demasiado y ésta era su única oportunidad de hacerlo.
Han lo rodeo con sus brazos, y devolvió el abrazo. Antes, cuando lo abrazaba, su cabeza apenas rebasaba el hombro de Jisung, pero ahora, sus cabezas estaban juntas.
Se dejó soltar algunas lágrimas, mientras escondía su rostro en el cuello contrario, embriagandose con su aroma y arullandose con su calor. Había extrañado tanto esto. Le recordaba las épocas de invierno cuando se subía a su regazo y escondía su cabeza en el pecho contario para ser arropado por el calor de su papá, el de la chimenea y el aroma de chocolate caliente que inundaba la casa.
Pero entonces Han se separó, dejando que una corriente fría recorriera su cuerpo.
Lo miró extrañado, confundido, ¿es que acaso no lo había extrañado tanto como él lo hacía?
-¿Qué pasó?- preguntó con voz insegura y un tanto quebrada pero Han no respondió- Contesta.- Jisung sólo le sonreía- Te extrañé demasiado, aún lo hago, no hay día que no te recuerde, que te recordemos. ¿Estás aquí para quedarte siempre?
Han simplemente lo veía con una sonrisa en su rostro cosa que lo hizo molestarse un poco, había tanto que quería decirle pero si no veía la oportunidad no lo haría.
Sin embargo, antes de que pudiera reclamar nuevamente, unas risas se colaron en sus oídos. Esas risas.
Giró y entonces los vió.
Seungmin y Jeongin venían corriendo, con unas inmensas sonrisas en sus rostros. Se veían tal y como los recordaba, como cuando aún eran bebés.
Pasaron por su lado y corrieron hacia Jisung, con sus risas resonando en el lugar. Han los tomó en sus brazos, agachado para poder abrazarlos fácilmente y entonces, soltó una risa.
Había olvidado ya la voz de su padre y ahora escucharlo reír le había dado un dolor en el pecho creando unas inmensas ganas de llorar.
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ᎬΝᏟᎬᎡᎡᎪᎠϴՏ- ᏟᎻᎪΝᏞᏆХ ✨
Fanfiction𝙻𝚘𝚜 𝚑𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗𝚘𝚜 𝙻𝚎𝚎, 𝚕𝚊𝚜 𝚙𝚎𝚚𝚞𝚎𝚗̃𝚊𝚜 𝚟𝚒́𝚌𝚝𝚒𝚖𝚊𝚜 𝚒𝚗𝚘𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚏𝚞𝚎𝚛𝚘𝚗 𝚌𝚘𝚗𝚍𝚎𝚗𝚊𝚍𝚘𝚜 𝚊 𝚟𝚒𝚟𝚒𝚛 𝚎𝚗𝚌𝚎𝚛𝚛𝚊𝚍𝚘𝚜. ֍ 𝙼𝚎 𝚒𝚗𝚜𝚙𝚒𝚛𝚎́ 𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚙𝚛𝚒𝚖𝚎𝚛𝚘 𝚕𝚒𝚋𝚛𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝚜𝚊𝚐𝚊...