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Aquella noche, el único en dormir fue Seungmin, acurrucado en medio de sus hermanos mayores quienes se encontraban sentados con la mirada perdida, lágrimas secas en sus mejillas y un sentimiento de vacío que cavaba un hoyo en lo profundo de su estómago.

Chris acariciaba de manera monótona los cabellos de Seungmin mientras que Felix se abrazaba a sí mismo, con las piernas pegadas al pecho y la cabeza recargada en las rodillas.

Una vez que Minho se fue, solamente pudieron llorar hasta secarse, hasta que los pulmones ardieron por la falta de aire. Finalmente Chris cargó a Seungmin para recostarlo y quedar como estaban actualmente.

-Felix, duerme, por favor- habló Chris pero el pecoso no respondió.

Siempre había sido Felix una persona muy allegada a Jeongin ya que, al ser el más pequeño, le consentía demasiado, por ello parecía ser el más afectado.

Sin darse cuenta,el sueño venció a ambos hermanos. Durmieron en la posición que se encontraban, Chris sentado y Felix abrazando sus piernas, importandoles poco la incomodidad pues el dolor en sus corazones era más fuerte.

A la mañana siguiente, el primero en despertar fue Chris, con un fuerte dolor en el cuello.

Abrió los ojos lentamente, pero el ardor en ellos se hizo presente, acompañado de un fuerte dolor de cabeza, el hecho de haber llorado tanto estaba cobrando factura.

Intento moverse, pero Seungmin estaba aferrado a su brazo, abrazándolo, quiso quitarlo pero no pudo, así que simplemente fijó la vista en algún punto de la habitación, sin realmente mirar.

El recuerdo de lo sucedido anoche, la muerte de Jeongin, la cobardía de su padre, lo hizo querer llorar nuevamente.

Odiaba a Minho, de eso no había duda.

Y aunque una parte de él quería sentirse mal por hacerlo, no podía.

Todo lo malo había ocurrido por su culpa, siempre su culpa.

Chris deseada poder escapar, que simplemente con un abrir y cerrar de ojos, se encontraran los cuatro nuevamente reunidos, en una casita, pequeña, pero unidos, libres.

Si Minho no los quería en su vida los hubiera dejado ir desde un inicio, claro que dolería, pero dolía más esto, el perder a uno de los muñequitos Lee, perder a un niño, perder a su hermanito.

Las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, amenazando con salir pero entonces sintió el colchón removerse y al girar, notó que Felix lo miraba.

-¿Si quiera dormiste?- preguntó el pecoso con la voz ronca, quebrada.

-Si lo hice, acabo de despertar hace poco- fue lo único que dijeron, volviendo al silencio ensordecedor, trayendo a sus mentes pequeños recuerdos de la época cuando Han murió, cuando no había palabras adecuadas para mantener una conversación.

Estuvieron en silencio muchos minutos más, sin saber cuántos exactamente, el tiempo parecía fragmentarse y distorsionarse cada vez más, simplemente no eran concientes de él.

Seungmin despertó después, con los ojos menos hinchados que los mayores, pero tan pálido y demacrado como ellos.

Y entonces, aquella carita, que ahora estaba delgada, sucia, y esos ojitos que aún conservaban un poco de su brillo, activaron algo dentro de Chris, aquel interruptor que necesitaba.

No podía darse por vencido ahora, primero debía luchar por sacarlos de ahí, por hacer todo lo posible de dar una vida digna a sus hermanos.

-Nos iremos hoy- habló sin un rastro de emoción en su voz pero logrando captar la atención de ambos hermanos, Seungmin viéndolo con ilusión y Felix con miedo.

ᎬΝᏟᎬᎡᎡᎪᎠϴՏ- ᏟᎻᎪΝᏞᏆХ ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora