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~ 25 ~

Pasó otro día en el que Felix no durmió mientras cuidaba a Chris.

Aquella tarde había sido desastrosa, los gemelos lloraban por su hermano, Felix estaba en un estado de shock por lo que Chris había sido capaz de hacer con tal de cuidarlos, y el mayor descansaba en su regazo con la respiración lenta y los ojos cerrados.

La mayor parte del día se la pasaron en aquel cuarto de baño, los cuatro en silencio. Pero cuando comenzó a anochecer, Felix decidió llevar a Chris a la cama, así que con la ayuda de los gemelos lo cargaron hasta el colchón.
Felix se encargó de acomodarlo y taparlo bien para después vestir y arropar a los gemelos, esperando a que durmieran para volver con Chris.

En un inicio, se quedó acariciando sus cabellos, contemplando su rostro mientras le agradecía internamente.
En un momento quiso dormir pero las imágenes de la muerte siendo lo más cercana posible y un Chris luchando contra ella, rondaban su mente robándole el sueño.

En un momento de la madrugada comenzó a llorar, Chris había puesto su seguridad en peligro por ellos una vez más, eso no era para nada justo.

Y así se pasó toda la noche, acariciando sus cabellos susurrandole que no lo dejara, que aún tenía tres personitas esperándolo.

A la mañana siguiente, los gemelos despertaron pero Chris aún no, incluso su salud empeoró pues una fuerte fiebre lo atacó. Entonces, Felix preocupado comenzó a correr en busca de agua y pedazos de tela que sirvieran como fomentos.

Toda la tarde se la pasaron de tal forma, cuidando a un Chris con la temperatura altísima que lo hacía murmurar cosas inentendibles, cuidando su muñeca herida y untando la crema que habían utilizado meses atrás para la espalda de Chris.
Afortunadamente, unas horas antes de que el Sol se metiera la fiebre de Chan bajó y cuando la noche llegó, el mayor despertó.

-Buenos días alegrías- Chris habló lento, terminando de despertar.

-¡Chris!- los gemelos fueron los primeros en salir del baño donde se encontraban los tres tirando el agua que habían estado ocupando.

-Nos espantaste mucho, no lo vuelvas a hacer- Felix también corrió y abrazó a su hermano en cuánto llegó a su lado.

- No lloren, estoy bien mi mano no me duele. Además veo que ustedes están bien también y eso recompensa todo.- Chris abrió sus brazos para que los gemelos se unieran al abrazo. Estaban los cuatro juntos y eso era lo que importaba.

Esa noche, los cuatro pudieron dormir tranquilamente.

A la mañana siguiente, el ruido de la puerta siendo abierta los despertó, Changbin estaba ahí ¿verdad? o ¿era una alucinación por el hambre?
Los cuatro hermanos se quedaron quietos en sus camas mientras veían aquel hombre al pie de la puerta.
Su rostro reflejaba asco, y no era de esperar menos, los cuatro sabían perfectamente cuál sería su estado. Llevaban días sin bañarse y arreglarse, tampoco limpiaban el cuarto, los platos tenían residuos de sangre de los roedores que sirvieron de alimentos y sobre todo, sus apariencias no serían las más lindas en esos momentos, no después de haber pasado más de un mes sin comer.

- Que asco.- fue lo único que Changbin dijo en todo el tiempo ahí arriba, después solamente se dedicó a dejar el canasto en la mesa y salir por la puerta, cerrándola con llave.

En otras circunstancias de seguro se hubieran puesto a pelear con Changbin o mínimamente, enojado por sus palabras pero ahora el hambre les cegó, lo único que querían hacer era comer lo que hubiera en el canasto.

Felix, que era el que tenía más energía, corrió hacia la cesta, la tomó y llamó a los gemelos para comer. Ésta vez no lo hicieron en la mesa si no en la cama acompañando a Chris que aún estaba débil. Comieron de poquito en poquito pues aunque el hambre era mayor, sabían que podían terminar enfermandose si lo hacían precipitadamente.

Felix, después de asegurarse de haber repartido de manera equitativa la comida a los gemelos, se dedicó a pellizcar el pollo para llevarlo a la boca de Chris quién comía incluso más lento que los demás.

-Vamos Chris- Felix insistía ya que de un momento a otro el mayor quiso dejar de comer.

-No Lix, lo mejor será guardar un poco. Hoy vino pero tal vez mañana ya no.- Chris hablaba despacio pues su cuerpo a penas se estaba recuperando.

- Pero de todas maneras debes comer o tu cuerpo no resistirá.- Felix llevaba su mano de nuevo hacia la boca del mayor pero éste lo detuvo.

-Estoy bien, por favor guárdalo. Prometo que si mañana sube lo comeré.- Chris sonrió y aunque Felix no estaba muy convencido, aceptó.

-Felix mira- Seungmin habló mientras señalaba el canasto- ¿Son para nosotros?

Ante la pregunta, Felix se asomó al cesto y vió que en el fondo aún sobraba un plato, el cual no contenía comida si no un postre, unos panqueques espolvoreados. Eran exactamente cuatro así que Felix los sacó con cuidado y le dió a cada uno el suyo.

-Mmmm estan dicos- Jeongin tenía toda la cara manchada de blanco por el azúcar glass que se utilizó.

Felix sonrió ante la imagen tan tierna del pequeño, miró a Seungmin quién también estaba saboreando los panes y no era para menos, realmente estaban muy buenos.

-Tengan- Chris comenzó a partir su panqueque por la mitad y le dio a cada gemelo una parte- yo estoy lleno.

-Chris, ni siquiera comiste el pollo, deberías comer los panqués.

-Yo estoy bien Lixie, los gemelos están más pequeños y pasaron el mismo tiempo sin comer así que pueden comer mi panqué sin ningún problema.

Felix no dijo más, hablar con Chris era como hablar con la pared.

Gracias a esa comida comenzaban a recuperar sus fuerzas, pero aún así decidieron estar simplemente acostados mientras hablaban de trivialidades.
Cuando decidieron que sería buen tiempo para comer, lo hicieron nuevamente en la cama. Estaban los cuatro sentados en círculo con el canasto en medio de ellos.
Chris repartió en partes equitativas, habían decidido comer todo lo que sobraba en ésta sentada ya que siempre en la noche tocaba todo más frío. Cuando terminó de repartir, el mayor se dispuso a comer, aunque sotlo lo hizo un poco ya que, sin que sus hermanos lo vieran, guardo gran parte de su comida, por si las dudas.

Ese día no hicieron nada, solamente se levantaban para ir al baño pero volvían a sus respectivas camas para acostarse. A veces dormían por ratos pero cuando no, se unían a platicas entretenidas.

Cuando la noche cayó y la oscuridad inundó el cuarto ninguno quería dormir pues el miedo de que a la mañana siguiente Changbin no volviera, estaba presente. Nadie lo decía pero todos coincidían.

-Chris ¿podemos dormir con ustedes?- Seungmin que tenía una mano con una almohada y la otra unida a la de Jeongin habló.- Por favor.

-Ya no pateo tanto- Jeongin habló mientras enseñaba sus grandes dientes.

-Esta bien, pero a la primera patada se las regreso para que salgan volando- Chris contestó y en las mentes de los gemelos las imágenes de ellos mismos volando por el cuarto los hizo reír fuertemente.

Así, los gemelos se acomodaron en medio de sus dos hermanos mayores, siendo arropados no sólo por las cobijas si no por el calor corporal ajeno. Era muy cómodo y se sentía como en casa, como cuando los cuatro dormían juntos después de una tarde de películas.

Aunque la mente de Chris lo traicionaba, el hecho de que los cuatro cupieran en una cama individual demostraba lo delgados que ya estaban.

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¿Alguna vez han soñado con los chicos? Yo acabo de hacerlo con Felix, literalmente sólo comíamos un elote sentados en la banqueta afuera de mi casa, duró muy poco y nisiquiera hablábamos pero me puso muy feliz y por eso amanecí con ganas de escribir jaksjakaja.