Capítulo 64

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— ¿Estas bien? ¿Nos vamos?

Blake había notado lo angustiada que estaba. Tenía un maldito nudo en la garganta y mis lágrimas no aguantaban más, necesitaban salir de mis ojos urgentemente y no quería agregar el drama que generaría el que Blake me viera llorar.

No le respondí y corrí al baño de mujeres, esperando soltar unas lágrimas, salir de ahí e ir directo a buscar lo único que me condujo hasta aquí.

Los malditos papeles que Donovan robo. No era mucho, pero debía servir para que Dave me dé un poco más de tiempo hasta conseguir algo más, porque iba a conseguir algo más, lo que fuera para destruirlo y ver al menos un atisbo del sufrimiento que me provoco a mí.

Moje mis manos y enfrié un poco mi cara, sin quitarme el maquillaje. Era un alivio que la música no se escuchara tan estrepitosamente aquí

No podía afirmar que lloraba por Donovan, solo sé que ver la amargura de sus ojos hizo que me diera cuenta de la mía, estaba abatida en cuerpo y alma. Es tan triste saber que probablemente nunca vuelva a estar bien y que él fue lo único que... Me hizo sentir viva.

Y no lo importo. No le importo cuanto lo quisiera o todo lo que le entregue. No le importo mi pasado ni lo rota que estaba. Solo pensaba en él, en sus necesidades, exigencias y maldita sea, lo hizo tan bien, confundirme, hacerme creer que me quería demasiado pero que no podía estar conmigo porque quería un futuro mejor para mí. Yo me la tragué, creí todo.

— ¿Qué haces aquí? —escupió con desdén una voz femenina. Me volteé encontrándome a Vanessa, se la veía muy enojada. Lara estaba a su lado, riéndose incrédula—. Te dije que te alejaras de Donovan.

—No vine por él, yo... —Quise escudarme, pero ella arrugo su nariz con repulsión y supuse que no creería nada de lo que yo le dijera.

Se acercó hasta estar a unos centímetros de mi rostro. —No lo entiendes niñata, ¿Lo quieres? Bien, aléjate de él, ya fastidiaste todo suficiente. Te lo estoy diciendo por las buenas, sino...

— ¿Ya follaron? —Soltó Lara de repente

Estupefactas, Vanessa y yo la miramos como si hubiera declarado que asesino a cinco personas y un bebe. Su expresión denotaba lo divertida que estaba por la situación, incluso su postura era relajada.

Por fin Vanessa se alejó de mi espacio personal y se puso en medio de ambas. Ya no parecía enojada, sino normal, como la conocí. ¿Lo anterior fue todo un teatrito o qué? — ¡¿Qué?! Lara, cierra la boca, ella tiene diecisiete, Donovan nunca haría...

—Sí —declaré impulsivamente, sabiendo que mi edad actual es de dieciocho años, tal vez mintiendo me darían algún tipo de señal o pista de porque no querían que estuviéramos juntos.

Aunque ya no lo estamos, ¿Qué tanto ocultan?

Lara empezó a reír como loca, mientras su amiga empezó a dar vueltas por el baño, levantando sus brazos al cielo y mirando al techo. —Este hombre es increíble

—Mira tú, el hombre modelo —comentó Lara entre risas, casi sin poder respirar.

No sabía si debía sentirme ofendida o correr lo más rápido que podía lejos de este lugar.

La actitud de Vanessa hacia mí, cambio. Ahora parecía tener una mirada compasiva. Suspiro y puso ambas manos sobre mi hombro. —Escúchame Celina, no tienes la culpa de todo esto, lo sé, pero no lo estás haciendo más fácil. Hay mucho en juego estos días. Te imploro, te suplico que lo dejes estar unos días, por favor.

Era tan frustrante que no me crea... Que no crea que no quería tener más nada que ver con Donovan y solo quería huir lejos de aquí con mi madre. —Él tiene algo que es mío, no estoy aquí por él, lo juro. Yo ya no tengo ningún interés romántico con Donovan, en serio, ya lo superé.

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora