Capítulo 62

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Me acerque a él sin titubear, ignorando lo pesados que se sentían mis pies, escupiendo mi orgullo fuera de mi cuerpo. ¿Qué iba a decirle?

Odiaba la sonrisa esperanzadora que me estaba dando ahora mismo, aborreciéndolo a él por no tener haber tenido la decencia de dejarme en paz cuando me hizo tanto daño y al mismo tiempo, detestándome a mí por sentirme culpable por lo que estaba a punto de hacerle.

—Hola extraño —Mi voz sonó más animada de lo que debería haber sido. «Mierda, se dará cuenta...»

—Mira, si me quieres golpear ahora, lo entiendo. Lo que hice ayer estuvo mal, no debería haberte besado en contra de tu voluntad...

— ¿Qué? No. La que tiene que disculparse soy yo —Me ardía la garganta por el esfuerzo que estaba haciendo al culparme a mí cuando él hizo todo mal. Todo. Me uso, me engaño, ¿ahora por qué vuelve? ¿Para sacarme más información? Lo odiaba tanto—. Fui muy mala contigo, debería haberte dado una oportunidad para explicarme.

—Entiendo porque no lo hiciste, pero... —Se precipito a responder cuando arrugo su entrecejo y su rostro se cambió, una expresión de confusión de apropio de toda su cara— ¿estás bien?

Sonreí exageradamente y me dieron ganas de abofetearme por mentir tan mal. —Sí, ¿Por qué no lo estaría?

—Estas actuando raro, no eres tu...

« ¿Ahora me conoce?»

—Sí, es que mi mama está viviendo conmigo en casa de mis tíos y me dio otra perspectiva de las cosas. No fuiste malo conmigo, solo sincero. No quiero volver a tener nada romántico contigo, pero podríamos ser amigos, ¿Qué piensas?

Él niega con la cabeza lentamente, no tragándose nada de lo que le estoy diciendo, lo sabía y lo conocía muy bien. —Celina, ¿estás bien?

Respire profundo y opte por buscar alguna parte de mí que aún le tenga aprecio y lo haga creer que estaba diciendo la verdad. Ahí está, puedo hacerlo...

Lo único que pude hacer es darle una mueca triste y un suave golpe el su brazo. —Deja de preguntarme eso tonto, estoy perfecta. Podríamos salir uno de estos días. Me gustaría volver al bar donde me llevaste hace mucho, donde nos quedamos a dormir y eso. Claro, si quieres, para cerrar todo esto y que no terminemos mal las cosas.

Donovan volvió a verse confundido, no podía pronunciar palabra y yo ya no sabía que decir. Hubo un momento en el que vi algo de lucidez en sus ojos, como si supiera que ocurre, pero de inmediato procedió a sonreírme y asentir. No lo sabe. Nunca podría saberlo. El idiota cree que hizo todo muy bien, que nada pudo haber salido mal en su plan.

Antes de que pudiera decir algo más, vi a Cris esperándome a unos metros, gesticulando exageradamente y modulando «Perra, estás loca»—Me voy con Cris, después hablamos

Al alejarme sentí como mis músculos se relajaron y... Frio. Mucho frio. — Eres una loca de atar. Primero me gritas que lo quieres lejos y ahora se hablan como si nada. ¿Qué hacían juntos?

—Quería arreglar las cosas para que al menos quedáramos como amigos.

No podía contarle a Cris todo lo que paso, ni siquiera yo podía terminar de enlazar todo, no puedo terminar de entenderlo.

— ¿Amigos? ¿Ustedes? Suerte con eso. En menos de una semana sus manos estarán sobre el cuerpo del otro.

—Créeme, no va a pasar.

A menos que un auto me choque, no me mate y me haga perder la memoria.

Muchos requisitos para que eso suceda.

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora