Desde que me desperté esta mañana pienso en todo lo que ocurrió ayer. Al volver al lugar de donde saque el vestido ridículo, mi tía empezó a gritar como loca y casi me castiga.
Me compre mil cosas. Llene absolutamente todo mi armario y la sonrisa de mi tía por ello fue muy gratificante.
También pienso en lo que vi. Pienso en lo que sé. Pienso en Donovan.
El miedo que me causo por unos segundos basto para abrumarme todo el día. Es la explicación más lógica que le puedo encontrar al maldito aire atascado que deja en mi interior el pensamiento de él.
—Te estoy hablando, ¿estás sorda? —Empezó a gritar Jessi en mi oído. El coche ya había parado y estábamos en frente del instituto.
Me habría gustado tener reflejos para pegarle una cachetada "accidentalmente".
— ¿Qué? —Dije en un suspiro cansado. Un día de estos le voy a gritar cada cosa que inunda mi mente sobre ella y no son muy bonitas.
—No quiero que hables más con Travis —Soltó de la nada con una sonrisa forzada y un seguido guiño de ojo.
¿Le gusta? ¿O no le gusta que él no se sienta atraído hacia ella? Me tiro más a la segunda opción.
—Yo no quiero hablar con él, es al revés —respondí tratando de no darle la mas mínima importancia. Abrí la puerta del coche para salir, pero ella me tomo la muñeca y clavo sus uñas en la parte inferior de esta. Casi puedo verme sangrar.
—Te haces la difícil para tenerlo, Celina. ¿Piensas que no me doy cuenta? —Dice soltando un bufido como si de verdad lo creyera. El bufido me hizo recordar a los perros.
Casi le digo que se siente, me de la patita o que se haga la muertita. Quién sabe, probablemente me hiciera caso.
— ¿Cómo me descubriste? —Mi cara de sorpresa fingida hizo que se pusiera roja de ira. Qué bonito todo, con su vestido verde parece un duende de santa Claus—. Travis no me interesa en lo más mínimo. No me interesa nadie. Soy un ser asexual. Créeme.
Me solté de su agarre y camine hasta la entrada del instituto. Apenas cruce las puertas un chico morocho y muy alto se puso frente a mí. Me sonrió y movió su mano en señal de saludo.
— ¿Celina, verdad? —Pregunto con una sonrisa muy agradable. Yo asentí buscando una excusa para correr lejos. Es gracioso como digo que no me interesa ningún chico y ¡PUM! Aparecen chicos por todas partes. Parecen cucarachas que van multiplicándose en masa.
— ¿Te conozco?
—No, no. Pero yo a ti sí. Eres prima de Jessi, soy Bruno —Empieza a reír y yo estoy en la situación más morbosa de mi vida. ¿Esa es la forma de conquistar chicas ahora? Es nueva y bastante estúpida.
—Escucha, la próxima semana hay una fiesta, ¿quieres venir?
— ¿La próxima semana? ¿No había una fiesta el sábado?
—Sí, pero casi nadie ira y en el lugar que lo hacen es un fiasco, ¿y? ¿Te apuntas?
—No lo sé... Veremos —«No»
—Travis dijo que eres chica difícil, sabes, yo...
Deje de escuchar a Bruno porque podía sentir la mirada de alguien posada en mí, lo que provoco que dejara de mirar al chico frente a mí y mirara a su lado. Era Donovan apoyado sobre un casillero y su mochila a su lado. Sus brazos cruzados sobre su pecho y una de sus cejas levantada hacia arriba.
Movió sus labios y pude deducir lo que decía.
« ¿Interesante?» Dice refiriéndose al chico
«Vete a la mierda» Digo refiriéndome a su persona.
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No confíes en mí © (Terminada)
Romance«Tú eres todo lo que está mal». Celina Brown está en su último año de preparatoria, es solo una adolescente que quiere dejar atrás su pasado y por esa causa, huye muy lejos de su constante pesadilla. Donovan o como todos lo llaman Den, está en su úl...