Estaban tocando mi cabello y siendo acariciado suavemente. Hacia un recorrido desde mi mejilla hasta mi cuello y luego volvía a mi cabello. Me enamore de su toque.
Abrí mis ojos y me iré a ver de quien provenían esas caricias. Donovan estaba mirándome. Ninguno dijo nada. El silencio y la oscuridad eran nuestra mejor aliada en estos momentos.
¿Por qué se alejó de mi tanto tiempo?
Como si leyera mis pensamientos, deja de acariciarme y vuelve a su expresión severa otra vez
— ¿Puedes hablar?
—Si... —dije y luego empecé a toser con fuerza. Mi garganta arde.
Donovan corrió hacia un lugar en la oscuridad y las luces se encendieron. Esto parecía un pequeño apartamento. Había una cocina y una diminuta sala. Un baño a mi izquierda y una cama de una plaza a mi derecha.
Él volvió corriendo con un vaso de agua, lo agarré y al tomar un sorbo y la sensación se asemejaba a tragar agujas.
—No me sorprende que estés así, estuviste gritando todo el tiempo y muy fuerte.
¿Grité todo el tiempo? Yo sentía que no hablaba, que estaba muda... Todo a mí alrededor era silencio.
Ni siquiera recuerdo como llegue aquí, ¿dónde estamos?
La música seguía sonando, aunque parecía estar bastante alejada de nosotros. ¿Cuánto tiempo me dormí?
Algo en las manos de Donovan llamo mi atención, sus nudillos estaban llenos de sangre seca y su chaqueta tenía gota de ellas ¿qué mierda...?
— ¿Esto? —Él se dio cuenta a que estaba mirando. Hizo una mueca y agarro un trapo que estaba en la cocina para limpiarse—. Te dije que él no volvería a lastimarte.
— ¿Acaso tu...? —Mi voz ronca apenas podía terminar la frase.
«... Lo mataste?»
—No lo asesine Alicia, aunque ganas no me faltaron. Si tú no empezabas a gritar, yo lo habría hecho. Aunque lo único que te diré es que tendrá que operar su fea nariz y tal vez también su mandíbula.
—Gracias
—Mierda Alicia, no me agradezcas por eso, cualquiera hubiera...
—No —Me limite a responder a sabiendas que cualquiera no haría lo mismo. Había miles de personas allí, ninguna hizo nada.
Ya no hablo, solo se acercó y se arrodillo en frente de mí. —¿Por qué reaccionaste así? Estabas desquiciada. No podía controlarte. No podía detener tus gritos.
—Lo siento...
—No Alicia, no lo sientas, esto no fue tu maldita culpa. Pero no es normal.
A mi falta de respuesta, el acunó mi rostro de nuevo, aunque esta vez no lo golpeé para que me soltara, solo disfrute su cálida mano en mi rostro mientras mi piel hormigueaba debajo de ellas. —¿Tu padre alguna vez te toco?
Sabia donde se dirigía esto y no me gustaba. —No.
Me levante y camine hacia la única puerta que había aquí. No quería escuchar la próxima pregunta.
Donovan se interpuso entre la puerta y yo. —¿Alguien te toco Celina?
—No
—No me mientas.
—¿Ahora te interesa? ¿En serio? ¿Dónde estuviste todo este tiempo? ¿Por qué no llamaste? —Esforcé lo más que pude las palabras al salir de mi boca.
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No confíes en mí © (Terminada)
Romance«Tú eres todo lo que está mal». Celina Brown está en su último año de preparatoria, es solo una adolescente que quiere dejar atrás su pasado y por esa causa, huye muy lejos de su constante pesadilla. Donovan o como todos lo llaman Den, está en su úl...