Capítulo 61

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— ¡Celina! —Jessi golpeó varias veces la puerta de mi cuarto de forma estrepitosa, causando que me levantara de inmediato de mi silla, luego procedió a abrirla sin esperar una confirmación de mi parte—. ¿Qué estabas haciendo? ¿La tarea?

—Sí, quiero terminar rápido para poder ir con mi madre, si me disculpas... —Le señalé la puerta invitándola a irse, pero solo se apoyó en el marco y me miro de arriba abajo.

—Mi padre pide que vayas a su oficina —Dijo tomándome por sorpresa.

« ¿Qué quiere de mí? No hablo conmigo prácticamente desde que llegue aquí»

— ¿Para qué? —pregunté casi escupiendo mis palabras.

— ¿Yo que sé? No soy adivina —rodeó los ojos e hizo un ligero gesto con la cabeza para que saliera del cuarto con ella. Eso hice.

Cuando pase por su lado y cerré la puerta, susurró: — ¿Después puedes ayudarme con la tarea?

Lo dijo casi como un perrito herido, no voy a mentir diciendo que me dio gracia, sino más bien... pena. — ¿En serio?

Volvió a rodear los ojos y miro en dirección al suelo. —No entiendo mucho, pero si no quieres no lo hagas, no te voy a rogar.

— ¿Podrías decir "Por favor"? —la pinche mordiendo mi labio inferior, tratando de no reírme de su pedido. Si tan solo no hubiera sido una gilipollas conmigo desde que llegue aquí, no dudaría ni un segundo en ayudarla.

Negó varias veces con la cabeza y parecía que se estaba pellizcando el hombro con ansiedad. ¿Tanto problema por pedirme un favor? —. Vamos Celina...

Me dio pena, en serio esta pequeña perra me dio pena. —Bien, después de hablar con tu padre ven a mi cuarto, te enseñare a hacerla.

Se dio la vuelta derrotada y antes de encerrarse en su cuarto, escuche un leve susurro. —Gracias...

***

— ¿Querías hablar conmigo? —pregunté mientras abría la puerta del despacho de Dave. Él se paró enseguida de su asiento, como si hubiera entrado una ladrona a punto de pistola a su oficina.

— ¿No te enseñaron a tocar la puerta? —Rodeo el escritorio mirándome en todo momento, tratando de intimidarte. La imagen de un león midiendo a una gacela para intentar atraparla aparece en mi cabeza.

—No lo creí necesario, si me llamas es porque me quieres aquí, ¿o no?

Siempre que lo encontraba en algún cuarto, mi piel se erizaba. El hombre me había amenazado, ¿Cómo podría reaccionar? Pero especialmente hoy, su presencia me resulta peligrosa.

Mi tía no estaba en casa, sospecho que está saliendo con alguien y también que él ya lo sabe, pero claramente no le importa. Se nota que no hay ninguna relación entre mi tia y Dave, el dinero es lo único que la mantiene a ella aquí y tal vez, Jessi.

—Siéntate... —Me invito con su mano a usar la silla que estaba al otro lado de la suya. Dubitativamente me senté, no logrando adivinar que quería de mí—. Sabrás que yo he tenido la idea de traer a tu madre...

Había un motivo por el que Dave la trajo aquí, yo lo sabía, nunca haría nada por mí tía ni mucho menos por mí. Sentía mi cara entumecida, eso ocurría cuando enojada, el color rojo de mis mejillas ya debería ser notorio para él.

No me consta que sea una persona violenta ni que haya cometido algún tipo de crimen, pero intuía que era una mala persona. Tengo mucho miedo de lo que pueda hacerle con mi madre. —Sí, lo se

Sonrió de la manera más turbia que alguna vez vi en alguien. Soltó una carcajada y negó con la cabeza para luego, volver a enfocarse en mí. — ¿No vas a agradecerme siquiera?

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora