Una comodidad y paz jamás antes sentida por mí, hizo que quisiera permanecer de esta forma por siempre, sin abrir mis ojos, sin moverme. La calidez que estaba recorriendo mi cuerpo me inundo. No sabía que estaba pasando.
Medio quejándome al despertarme por completo, lo primero que vieron mis ojos fue una pared marrón claro, sabía dónde estaba, en la habitación de Donovan. Luego, baje la vista a mi cuerpo. Estaba vestida, bien, eso es bueno. No muy bueno, era el brazo alrededor de mi cintura, el cálido aliento chocando con mi nuca, y el pecho de Donovan tocando mi espalda. Estábamos acurrucados juntos. Esto no es malditamente bueno, no puede ser, esto no debería gustarme. Debería saltar fuera de su lado, pero... No lo hago, algo me detiene y se exactamente que es.
La paz que me da estar de esta forma es increíble. El sentimiento de total plenitud me aterra, pero se siente tan bien... Jamás me sentí así. Me entraron ganas de llorar ¡¿Qué coño me pasa?! ¿Y cómo llegamos a estar así en primer lugar?
Gire mi cabeza para ver el rostro de Donovan dormido, al menos eso esperaba, pero ahí estaba el asunto, no estaba dormido, sus ojos estaban abiertos. Las puntas de nuestras narices estaban tocándose, su respiración se aceleró y no pude evitar mirar sus labios, luego volví mi vista a sus ojos y quede tiesa, es demasiada profundidad en una sola mirada, demasiado calor, demasiado deseo.
— ¿Deni? —La voz de Alice nos hizo separarnos en un segundo. El calor subió por mis mejillas cuando la mujer me miro extrañada a mí y a él—. ¿Que estaban haciendo?
— Nada—me apresure a responder nerviosa antes de que Donovan pudiera responderle algo. Él me miro divertido por mi reacción—. Quiero decir... Eh... Ya me voy.
Caminé rápido hacia la cocina, busqué mi bolso tirado en una esquina y me vino a la mente mi momento con Donovan anoche. Eliminando el pensamiento —por el momento—, tomé el bolso y corrí hacia la salida
— ¡Alicia! ¡Espera! —Grita Donovan detrás de mí. Desaceleré el paso, pero seguí caminando hacia la parada del autobús. Parecía recién haber amanecido, ¿qué hora es? ¡El instituto!
Donovan llego a mi lado y camino conmigo — ¿Dónde vas?
—A casa. Voy a faltar otra vez y eres totalmente culpable
— ¿Alguien despertó con el pie izquierdo? —Estaba más sonriente de lo habitual. Y yo siendo una cascarrabias.
«No. Para mi suerte, contigo a mi lado». Me detuve y quedamos frente a frente, ambos estábamos nerviosos por los acontecimientos de la noche anterior, no actuábamos como siempre, teníamos posturas diferentes, casi puedo ver la bandera blanca entre nosotros.
—Te prometí que no faltarías nunca más por mi culpa, vamos. Te llevo —Señaló su coche y volvió a meter su mano dentro de los bolsillos de su pantalón.
Totalmente extrañada por su propuesta y esperando que tenga trampa, negué con la cabeza. —No puedo ir con la misma ropa...
—Te prestare algo de Alice, apúrate o llegaremos tarde —Hizo un gesto hacia la casa para que nos dirijamos a ella.
—No tienes que hacer esto... —Empecé a decir, pero me interrumpió
—Ya lo sé, pero lo prometí. Vamos Alicia.
Me cambie y la ropa de Alice me quedaba justa, ella parecía un poco incomoda con mi presencia ahora. Debió ser por la escena de hace unos minutos con su hijo. Celosa tal vez.
Esperamos a la vecina de Donovan para que cuidara de Alice y una vez llegó, fuimos rumbo al instituto. No dijimos mucho en el camino, estábamos totalmente incómodos y nerviosos, como si algo que dijéramos arruinaría todo lo que paso hace unas horas.
Llegamos, baje del coche y un par de miradas captaron mi atención. Estaban viéndonos, muchas chicas tenían la boca abierta de asombro, otras un ceño y labios fruncidos de enojo y yo quería volver al auto para no salir otra vez, jamás.
—Gracias por traerme y por hablar conmigo anoche y, Em... dejarme dormir en tu cama —murmuré para que nadie escuchara, él sonrió y me guiño un ojo. Dios, esa sonrisa es demasiado para mí. Mirando el piso camine hacia la puerta de entrada, pero Donovan tomo mi hombro para que me detuviera. Tiene algo con detenerme siempre que quiero correr.
— ¿Quieres que te recoja al final de clases? —preguntó sin soltar mi hombro, hasta que me doy la vuelta y pasa la mano por su cabello. Me gustaría ser esa mano.
— ¿Y eso por qué? No era parte de tu promesa... —Le digo alejándome solo un paso de él.
No quiero que nadie malentienda las cosas. Ya bastante con salir de su coche, estar demasiado cerca no es una opción. No somos pareja y no quiero que ninguna chica empiece a actuar desquiciada conmigo porque le quite a su hombre, entre ellas, esta Jessi y lo hará en algún momento, lo sé.
—No es por la promesa —Dijo tan bajo que apenas pude oírlo.
Debería responder que no, pero no quiero hacerlo. ¿Que estamos haciendo? ¿Ambos queremos pasar tiempo con el otro? No lo entiendo, ¿Por qué nos gusta estar juntos? Creí que él odiaba a las personas, pero conmigo, está actuando diferente.
—Sí, quiero
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No confíes en mí © (Terminada)
Romance«Tú eres todo lo que está mal». Celina Brown está en su último año de preparatoria, es solo una adolescente que quiere dejar atrás su pasado y por esa causa, huye muy lejos de su constante pesadilla. Donovan o como todos lo llaman Den, está en su úl...