Capítulo 31

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Al instante que lo vi cruzar el umbral de la puerta de la clase, tuve un mar de emociones juntas, quería correr y abrazarlo, al mismo tiempo, golpearlo y exigirle una maldita explicación, pero no hice ninguna, solo lo miré hasta que decidió pasar por mi lado sin ninguna palabra salir de su boca, ni siquiera un simple saludo por educación. Nada.

Respire profundamente, la ira y la impaciencia en este momento, van unidas conmigo. Detrás de mi Jessi, riéndose de mí con sus seguidoras y a mi lado, Donovan. Esta ignorándome tanto, como yo trato hacerlo con él.

Hablamos de Donovan.

No podía ignorarlo.

Su presencia alteraba todo en mí.

Cuando entró al salón de clases, lo primero que hizo fue observarme, vi una pizca de ilusión al verme, pero luego, todo se tornó gris en su sombrío rostro. No había nada.

Cuando fue consciente de que el único asiento vacío era el que estaba a mi lado, se giró para irse, pero en ese momento el Profesor de Historia, lo detuvo cruzando la entrada. Sin decir una palabra señalo mi asiento y Donovan, contra todo pronóstico, obedeció. Tuvo bastante cuidado en ni siquiera rozarme cuando paso por mi lado y le estuve muy agradecida por eso.

Toda la clase fue una tortura, mi postura era incomoda todo el tiempo, no había forma de sentirme cómoda junto a él, rogaba para que se escuchara la campana y salir de aquí.

Había breves momentos en los que sentía su mirada fija en mí y luego en los que se acercaba, no sabía si tenía la intención de hablarme, pero no lo hizo.

Presté atención al resto de la clase, tome apuntes, hice lo posible para no enfocarme en otra cosa que no sea el Profesor explicando los Golpes de Estado más importantes hasta la fecha.

Al momento de sonar la campana, tomé mi bolso y comencé a meter mi libro, tuve oportunidad de guardar uno de ellos cuando otro aterrizo en el suelo junto a muchas hojas que estaban sueltas dentro de él.

Exhale con fuerza y me arrodille para recoger mis cosas. Un movimiento suave capto mi atención, mire con el rabillo del ojo el par de piernas a mi lado, no hacía falta que levantara la vista para saber que Donovan seguía a mi lado, pero estaba de pie. ¿Qué estaba haciendo?

Di una ojeada su cara, él estaba mirando mis hojas esparcidas y luego, a mí. Su ceño se profundizo, sus ojos me examinaron y mi corazón empezó a golpear con fuerza contra mis costillas, provocando una sensación placentera en todo mi cuerpo. Quería ayudarme. Quería aceptar la ayuda.

Pero luego recordé que se fue cuando lo necesitaba y no contesto ninguno de mis mensajes... eso no es algo que un amigo deberia hacer.

No contestar es una muy buena forma de respuesta para mi, ya me dijo todo, ¿se canso de mi? Seguramente. ¿Me importa? Mas de lo que deberia

Negué con una expresión de desprecio en mi cara, solo eso hizo falta para que él, igualara mi expresión y se marchase dejándome sola levantando todo, hizo bien. Un minuto después, Cristian apareció a mi lado.

-Permíteme -Cris termino de ayudarme a levantar mis hojas. Cuando tomé mi bolsa, metí todo dentro y una gran sonrisa apareció en su rostro al mirarlo.

- ¿Cómo me viste? -pregunté extrañada, no teníamos ninguna clase juntos, ni siquiera sus cursos estaban cerca de los míos.

-Vine a buscarte -acomodó su mochila más arriba, sobre el hombro, nervioso-. Quería ver como estabas, ¿Aun duele?

-No, ya estoy bien, gracias por preocuparte y llevarme al hospital -agradecí con una sonrisa forzada, no porque no estuviera complacida con lo que hizo, sino porque en este momento, cuando me siento vacía, no puedo sonreír abiertamente como si nada pasase.

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora