Capítulo 71

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—No sabremos si hubo daño hasta que se despierte, por el momento esta estable, pero...

La luz, duele...

—¡Está despertando! —Mi tía me salva de la nociva luz, colocando su rostro encima del mío, evaluándome preocupada— A ese maldito lo vamos a demandar, ¿sabes? Mira lo que te hicieron...

«Donovan»

—¿Dónde está? —Pude decir con la voz entrecortada y seca.

—¿Dónde está quién? —Pregunta mi tía tomándome de ambas manos y apretando. No es buena con los heridos.

—Donovan —dije tosiendo, la doctora me dio un vaso de agua, el cual acepte y tome un gran sorbo de agua. Luego, intenté enderezarme y recibí ayuda por parte de las dos personas que estaba en el cuarto. La profesional agarra una linterna pequeña, analizando el nivel de respuesta de mis ojos a la luz— ¿Dónde está Donovan?

—No tengo idea de quien me estás hablando cariño, pero parece que está todo bien, restaría hacerle más estudios —dictamina ella mientras sigo esperando que él entre por la puerta—. Disculpe, pero tiene que irse y dejarla descansar, ya es tarde.

Mi tía mira entre las dos varias veces y asiente, con una mueca de por medio. Se inclina, besa mi frente y me sonríe. —Mañana vendré a verte.

Me quede sola con la doctora en el cuarto, podía ver por la ventana que ya era de noche. No se nada de las personas que amo, ni de mi madre, ni de Donovan. Mi tía no me dijo nada de ninguno de los dos, ¿será que no quiere amargarme? ¿Donovan esta herido o...? No puedo ni decirlo.

—Estas nerviosa, necesitas tranquilizarte —La doctora miro el monitor de signos vitales, notando que mi corazón iba a mil. Tenía miedo de saber dónde estaba Donovan y la respuesta que podía recibir si indagaba mas en que personas entraron junto conmigo al hospital.

—¿Qué paso? —Me osé a preguntar mientras ella anotaba.

—Pues, tienes dos heridas contundentes en la cabeza, te golpearon fuerte. Entraste con varios policías y solamente se eso, no me dieron más información.

—¿Alguien herido aparte de mí?

—Si, un policía resulto herido por un disparo, hace un par de horas salió de cirugia.

—¿Ningún civil?

—No que yo sepa, ¿Por qué? ¿A quién buscas?

Quizás por algún milagro, él logro escapar. Los agentes y los de la banda no pudieron interceptarlo entre tanto caos.

—A nadie... —Mi voz se perdía mientras buscaba otro sorbo de agua para aliviar el ardor en ella. Los ojos me jugaban malas pasadas de vez en cuando, poniendo mi vista nublosa, estaban sensibles y con picazón, producto de los nervios, supongo.

—El policía herido estuvo junto a ti

Me atragante. —¿Qué?

—Cuando entraste al hospital, él iba a tu lado y no quiso irse de la sala de espera, hasta saber que estuvieras bien, tuvimos que sedarlo, perdía mucha sangre. La bala estaba en su hombro.

Bien, no es anormal, los agentes pueden preocuparse por salvar a las personas, de hecho, su trabajo va un poco en eso, ¿verdad? Lo que no puedo concebir es la idea de que Donovan no estuviera conmigo cuidándome y volviéndose loco por entrar a verme.

La doctora siguió hablando. —Alto, pelo negro, tatuaje en el cuello y brazo...

Esa es la descripción de... — No es un policía, ese es Donovan.

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora