Donovan estaciono su coche en el aeropuerto. ¿Dónde pensaba ir?
—¿Dónde iremos? —Pregunté enseguida, sintiéndome aterrada, no iba a dejar a mi madre y tomarme un avión, no iba a pasar en esta vida.
Donovan no me respondió, sino que tomo una mochila que había en los asientos de atrás y salió del coche, abrió el baúl y los bolsos, empezó a distribuir un poco del dinero en cada uno y en la mochila, la cual, estaba llena de ropa de mujer. No entendía que estaba haciendo, él vio mi cara de confusión y me concedió una pequeña risa. Estaba totalmente transpirado, agitadísimo, casi sin aire en los pulmones. —No podre meter todo el dinero, nos detendrán si lo encuentran, pero esto servirá por un tiempo.
—Donovan, no me iré sin mi madre —avisé tomando su muñeca para que se detenga, pero no se inmutó ni un poco.
—Tendrás que hacerlo. Ella está bien. Tú eres la que está en peligro —apretó los labios, cerro el baúl y me miro, sentía el peligro en su rostro. Tomo mi rostro entre sus manos y me beso, con fuerza, con pasión, con todo lo que tenía—. Si te pasara algo, yo...
Estaba emocionada, tragué saliva como pude. —No me pasará nada.
—No, no lo permitiré —gruño con su voz rota.
Me encamino hacia las puertas del aeropuerto. Me sorprendió que no fuera directo a comprar los boletos del avión. De hecho, fue directo hacia los vuelos. ¿Ya los había comprado?
Llegamos a la parte donde tenía que presentar mi pasaporte, el cual, no tenía y eso iba a decirle a Donovan cuando él mismo saca un solo pasaporte y se lo concedió a la señorita que controlaba esa parte. Ella asintió con la cabeza y me miro con una sonrisa de oreja a oreja. No comprendo.
—Escucha, te irás a la ciudad antes que yo —Suelta Donovan de repente, provocando que sintiera que me iba a caer en este mismo lugar. ¿Cómo que iré? —. Toma los bolsos.
Es broma —¿Qué?
—No puedo acompañarte, tengo asuntos sin terminar aquí, solo me retrasaré un día o dos máximo, mientras tanto es peligroso que tú estés aquí
Mi confusión me hizo dar un par de pasos atrás, mareada, íntegramente dominada por el desconcierto. —¿Cómo lograste lo del pasaporte? ¿Qué estás haciendo?
La chica que estaba esperando que pase para seguir con la fila, se dio cuenta de mi incomodidad, lo cual la hizo sospechar, Donovan también lo noto y me corrió a un costado, alejándose de los oídos de nuestra testigo.
—Escúchame... —Puso sus manos en mi rostro, podía ver las gotas de sudor recorriendo su cara.
«¿Quién eres? ¿Cómo pudiste lograr todo esto tú solo? ¿Qué ocultas?». Todo eso me hubiera gustado decirle, sí él no hubiera desfigurado la expresión de su rostro. En sus ojos podía ver como su pesadilla se hacía realidad y mi cuerpo se congeló.
Un hombre de contextura más grande que Donovan, se puso detrás de él y podía oír lo que le susurraba al oído. —Si llegas a huir o alertar a alguien, tu novia va a morir, tengo francotiradores, no me presiones y ven conmigo.
Donovan arrugo su nariz, su tez se volvió completamente roja y sus ojos se pusieron vidriosos, él tenía miedo, nunca lo vi tenerlo. —Iré contigo sin ningún problema Steve, pero déjala ir a ella, por favor...
—Sabes que no funciona así —Dijo tomándolo del brazo, posicionando su mirada en mí y moviendo su cabeza en un gesto rápido hacia el costado, haciéndome saber que debo seguirlo.
Y lo hice, unos breves segundos, hasta llegar a la puerta del aeropuerto y una combustión de gente nos envolvió, impidiéndonos el paso, poniendo nervioso a Steve. Donovan me mira y cierra los ojos con fuerza, asintiendo. Supe que tenía que correr, cada centímetro de mi coherencia decía que debía huir, aun de este modo, mis pies se rehusaban a cooperar, sucumbieron al letargo, y al desconcierto de no saber dónde ir.
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No confíes en mí © (Terminada)
Romance«Tú eres todo lo que está mal». Celina Brown está en su último año de preparatoria, es solo una adolescente que quiere dejar atrás su pasado y por esa causa, huye muy lejos de su constante pesadilla. Donovan o como todos lo llaman Den, está en su úl...