Capítulo 18

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Mi tía está llamándome como loca desde hace más de una hora. Yo estoy llamando a Donovan como loca hace más de seis. Llegue aquí temprano y ahora son la una de la mañana.

¡La una de la mañana coño! ¡Se supone que mañana tengo clases!

Estoy caminando de aquí para allá, tratando de calmarme y tratar de pensar cómo voy a asesinar a Donovan. Mas le valga que él no esté de fiesta o algo así porque en serio me vera enojada. No puede dejar a su madre así, con una desconocida. Me considero una persona bastante cuerda, pero si fuera una especie de sociópata podría secuestrarla o algo así.

¡Ya ni siquiera pienso con claridad! ¡Voy a matarlo!

—Me gusta —dice la madre de Donovan comiendo la sopa de verduras que le hice. Tuve que utilizar cada cosa que había en su refrigerador... Lo cual no me dejaba muchas opciones, estaba prácticamente vació—. Deni siempre compra la comida hecha. Dice que la hacen en un lugar muy especial y que es mucho más deliciosa, pero me gusta más la tuya. ¡La tuya es súper especial!

Le sonreí de vuelta y me senté a su lado, acariciando su largo cabello ondulado. —Gracias, Ali. Es bueno que la disfrutes y después nos vamos a dormir, ¿de acuerdo?

La mujer que cuidaba de Alice se fue al poco tiempo que Donovan lo hizo, creyendo que tenía todo controlado, cosa que no era así en lo absoluto, pero antes de eso, se tomó el atrevimiento de opinar de mi noviazgo con Donovan, el cual, no existe.

«Estoy muy feliz de que Den tenga una compañera, él siempre estuvo muy solo y solo lo vi muy rara vez con una chica saliendo de la casa, pero lo veo siempre de noche, cuando sé que Alice está dormida. Ya sabes, esas relaciones que tiene los chicos de ahora, pero contigo se ve que es diferente. Te presento a su madre.»

Lo primero que pensé fue que Donovan no es el antisocial que hacía ver a otras personas, es decir, no es muy antipático para pasarlo con chicas.

Luego de darme cuenta que, en vez de negar la relación que no tenemos con Donovan, estoy pensando en cuantas chicas trajo aquí, quede completamente perpleja y con ganas de golpearme la cara contra la mesa para reaccionar. Antes de que pudiera decir algo, la mujer estaba retirándose como si corriera de la maldita verdad que no sale de mi boca.

Es una mujer mayor de sesenta años, tiene una sonrisa encantadora y parece ser muy dulce. Por ese motivo preferí no perseguirla y dejarla pensar lo que quisiera, se nota que quiere a Donovan y Alice, por eso prefiero dejarla con paz de que ellos están acompañados.

— ¿Vas a dormir conmigo? —preguntó ella terminando el último sorbo de la sopa.

La alcoba de Alice era preciosa, totalmente rosa, con un armario grande y una cama de dos plazas. Tiene un baúl lleno de juguetes también en su habitación y un espacio bastante grande de sobra para moverse.

—Voy a quedarme contigo hasta que te duermas. No te dejare sola —Le dije acariciando su brazo y tomando su plato para limpiarlo.

—Eres muy linda, Alicia —murmura más para sí misma que para mí.

Me enterneció su cumplido, pero al mismo tiempo Alicia me hizo recordar a Donovan. Estaba en una especie de momento amor/odio. ¿Dónde coño esta él?

—Dime Cel cuando estamos solas. Así me debe llamar mi mejor amiga —susurre en su oído.

— ¡Oh! ¡Entonces te llamare Cel! —grita entusiasmada y se levanta de la silla para ir a su habitación.

— ¡Vamos a dormir, Cel! ¡Tengo sueño!

Los arranques de Alice me sorprenden. Hace diez minutos no quería que pronunciara la palabra cama, ahora está más que entusiasmada por ir a dormir.

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora