Capítulo 14

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Los dos días que siguieron, Jessi no se me acerco, sólo se dedicaba a malas miradas y cuchicheos aislados con sus amigas al estar cerca de ella. Mi tía se daba cuenta de la tensión entre nosotras pero no decia nada, conocía a su hija y por ello, sabía que hablando con ella no iba a solucionar nada, sino que iba a empeorarlo.

No necesitaba que mi tía la parará, podía con mi prima ahora que yo no hacía silencio para que no me echarán a la calle. Jessi, no podía correr con su padre a pedirle ayuda conmigo, lo cual me hacía temer menos a la hora de responderle a sus ataques, hace días él no viene a la casa, ni siquiera mi tía sabe donde esta, pero supone que se tomó unas vacaciones sin decirle a nadie, no era la primera vez que lo hacía.

Hoy llegue justo a tiempo gracias al autobús, se tardó años en llegar. Prácticamente corrí al salón de clases. Desde que desperté esta mañana, un pensamiento no pasó desapercibido por mi mente, hoy vería a Donovan luego de su suspensión.

No sabía como sentirme al respecto. Al principio, me pareció sentir algo como felicidad, lo que luego fue suplantado por extrañamiento. No me permiti seguir pensando en ello y me preparé para ir al Instituto.

Al llegar al salón, en lo primero que mi vista se fijo fue en el asiento detrás del mío, pero estaba vacío.

Donovan no apareció en todo el día.

No pude evitar notar mi desilusión y no entendían el porque.

April, me invito a terminar un proyecto en su casa, nos quedamos demasiado tiempo haciéndolo y se quedo dormida alrededor de las once de la noche. Se que ella tenía tenía la intención de que me quedará a dormir, pero necesitaba ir a casa, tengo que leer un libro para un examen y no traje nada de ropa.

April, se durmió en el sofá, por lo que me tome la libertad de entrar en su habitación y tome una manta rosa de su colcha. Me di cuenta que es muy adicta al rosa y su madre también. Casi toda la casa es de ese color.

Puse la manta para cubrir a April, tome mis cosas y salí de la casa. Sé que la parada de autobús está a solo unas seis cuadras de aquí, justo en la parte de la ciudad parecida a la que yo me crié. No mentire diciendo que no estaba asustada al salir a estas altas horas de la noche, estaba aterrada. Prácticamente corria por miedo a que alguien me hiciera algo, no tengo una racha de buena suerte últimamente.

El suspiro de alivio que salió de mís pulmones al llegar a la parada de autobús fue tranquilizador. Al instante que me sentí más calmada, vi a una mujer bastante mayor, como de unos cuarenta y tantos, estaba mirando para todos lados, asustada y temblorosa. Su vestido blanco, largo y holgado estaba todo sucio. Parecía como lo que llevan los pacientes de hospital. Su mirada se cruzo con la mía y quedo paralizada. Esta mujer claramente no estaba  bien.

— ¿Necesita ayuda? —Me acerque un poco y ella, dándose la vuelta, se tropezó y cayó al suelo.

Corrí para ayudarla a levantarse, pero apenas la toque empezó a gritar. — ¡No! ¡No me toques! ¡No te conozco! ¡Deni! ¡Ayúdame!

Esta mujer definitivamente no está bien. No tiene esquizofrenia como mi madre, pero debe tener algo similar. Las ganas de ayudarla obviamente me ganaron y ya me importo poco lo que pudieran hacerme en el camino.

La mujer apenas podía respirar, estaba teniendo un ataque de nervios.

—Tranquila, respire —Le acaricie la cabeza con mi mano y la fui bajando de a poco, es lo que le hacía a mi mama cuando le pasaba. Le decía que me mirara a mi y no tenga nada más por lo que estar asustada, estaba con ella. Ahora ya no puedo hacer eso—. Vamos, inhale y exhale, ¿usted puede hacerlo, cierto? Muéstreme como lo hace.

Ella asentía mientras respiraba. Cuando se tranquilizo un poco mas tome su mano y la apreté para que me mirara. —Solo la ayudare a encontrar su casa, ya sabe, su familia debe extrañarla y necesitan estar tranquilos de que estas bien ¿No quieres que tu familia se preocupe o si?

Ella negó muchas veces con la cabeza y estaba a punto de hacer puchero. Es raro ver a alguien que no sea mi madre actuar así, pero se como controlarlo.

—Agárrate de mi mano y tú me dices por donde viniste, ¿Está bien, linda? —Le murmure con dulzura. Ella sonrió de oreja a oreja y camino por donde supongo que vino.

—Me dijiste linda —Susurra sonriendo.

—Es que lo eres —Volví a decirle y me acerque aun mas para rodear mi brazo en su hombro, ella se apoyo sin ningún problema en mi.

Después de diez minutos caminando empecé a dudar de que la mujer me llevara por el camino correcto.

— ¿Cómo te llamas? —Le pregunte rompiendo el silencio. Ella seguía apoyada en mi hombro.

—Pues, Deni me dice mama, ¿y tú? —responde y veo un toque de tristeza en su rostro

—Me llamo Celina... ¿Quién es Deni? —Volví a preguntar.

—Deni, es mi amigo. Me hace la comida, me compra ropa, mira tele conmigo y... ¡¿El otro día sabes que hizo?!

—Hm, no lo sé. Dime que hizo —Le digo de verdad interesada. ¿Sera realmente su hijo?

— ¡Me llevo al parque de diversiones!

— ¿En serio? ¡Qué emocionante! ¿Y qué hicieron ahí?

—Jugamos a muchos juegos y gano un osito para mí. Nos subimos a una cosa que iba muy alto y yo al principio me asuste, pero Deni me tranquilizo —Los gestos que empezó a hacer me hicieron reír mucho. Graficaba todo con sus manos y me enternecía, me sentía a gusto con ella.

—Wow, Deni es muy bueno —Le dije una vez que termino de explicar a cada juego que subieron.

— ¡Sí! ¡Él es muy bueno! ¡Y es muy mono!

— ¿En serio? Un día tendré que conocerlo

— ¡Sí! ¡El estará feliz de que haya hecho una nueva amiga! —Me abraza al instante y yo le devuelvo el abrazo. Esta mujer debe tener la mentalidad de una niña de no más de 8 años.

Ella seguía abrazándome cuando escuchamos un grito y nos separamos al instante.

— ¡Aléjate de ella! —«¿Qué? Mierda, no puede ser él»

Cuando mire en dirección al grito, él ya estaba a un solo paso de mí y al chocar miradas ambos nos congelamos.

Si quieren opinar y decir que tal el capítulo, encantada de recibir sus opiniones en los comentarios :3

No confíes en mí © (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora