🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.

[🍋]-; t r e i n t a y s e i s.

[📎]

Seungcheol se regocijó en el sillón dejando de ver la pantalla por unos segundos, a su lado, Jihoon frunció el cejo mientras rodaba los ojos con irritación. La risa de Seungcheol le estaba calando por los oídos sin dejarle mantener la postura enfadada que había adquirido recientemente. Bufó ligeramente bajando la cabeza con pena dejando ir una ligera risa, el mayor de ambos se incorporó de nuevo sin dejar de reír, pero haciéndolo con más calma, le revolvió un poco el cabello y palmeó su hombro.

- Pero no te enojes, Jihoonnie -dijo en tomo meloso y algo juguetón-, es solo un juego.

- Un estúpido juego -añadió cruzando sus brazos. Seungcheol tomó aire parando de reír.

- Lo es -asintió-, definitivamente el Mario kart es de lo peor -el menor asintió orgulloso, a lo que el mayor añadió; - pero aun así eres malísimo en él.

- Yah, tú, fuera de mi casa -le reclamó empujándolo lejos.

El castaño rio con fuerza tirándose de nuevo sobre el sillón al tiempo que se sostenía el estómago con fuerza. Jihoon desapareció por la puerta de la cocina escapando de aquella penosa situación. Miró por encima de la puerta encontrándose con el reloj sobre ella, el reloj marcaba más de las diez de la noche; desde hacía más de dos horas habían estado jugando videojuegos, platicando entre snacks y bromas, olvidando cuanto tiempo había pasado. Seungcheol apareció por la puerta acomodándose el cabello y con una expresión más tranquila, Jihoon lo miró por unos segundos sonriéndole ligeramente antes de darle la espalda.

- ¿Ya tienes hambre? -preguntó el mayor de ambos acercándose por detrás.

- Son las diez y media, ¿no crees que ya es hora de cenar? -preguntó dándose la vuelta para mirarlo de frente. Seungcheol sonrió ampliamente dejándolo confundido-, ¿qué te hace tanta gracia?

- Te ves tan bonito hoy, no me había fijado -respondió sin dejar de sonreír, dándose cuenta tarde de lo que había dicho.

¡No!

Se alejó rápidamente sintiéndose acalorado ante la repentina pena que estaba sintiendo, quería desaparecer. Abrió la boca para arreglar sus palabras, pero Jihoon se adelantó luego de aclararse ligeramente la garganta.

- Nah, no es nada, siempre me visto así -interrumpió-. El que siempre resalta eres tú, ahora me doy cuenta de porque eres tan popular entre las chicas.

El castaño rio nervioso y avergonzado. Decidió evadir el tema dando vuelta hacia otra parte, Jihoon volvió a darse vuelta cubriéndose el rostro con timidez, sintiéndose cálido por dentro al experimentar una rara felicidad.

Ninguno dijo nada mientras servían la cena.

[ ... ]

El inicio de la cena fue tranquilo, iniciaron un poco después de las once, ya que mientras el menor servía los platos con demasiada lentitud evitando el encuentro y dando vueltas por el espacio de la cocina, el mayor se encargaba de elegir una película -con la excusa de escapar de una situación que él mismo había provocado-. Se quedó sentado en el sillón mientras buscaba en Netflix alguna película que fuera lo suficiente entretenida para hacerlo olvidar el incidente de la cocina. Se había acercado a Jihoon sin precaución y había soltado palabras que jamás debieron de ir más allá de sus pensamientos. Mientras tanto, Jihoon se esforzó por mantenerse sereno luego del extraño y repentino cumplido por parte de Seungcheol, era tan irreal, tan extraño y a la vez tan placentero. Entendía por qué el mayor había huido inmediatamente, incluso él mismo no habría sabido qué hacer con seguridad y se mintió a sí mismo diciendo que no debía haber un sentido más allá de lo amistoso ente ellos dos y esas halagadoras palabras. Simplemente no podía creerlo.