[🍋]-; d i e c i n u e v e.

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Dongho suspiró hastiado, retornó sobre sus pasos hacia la parada más cercana para tomar el autobús e ir a casa, por lo menos hoy no tuvo que estar tres horas esperando fuera de la biblioteca a que Seungcheol saliera. El cielo nublado y la brisa helada solo le hacían querer estar en cama viendo series y tomando chocolate caliente, no estar siguiendo a un chico para ver qué servía para arruinarle lo que quedaba en preparatoria.

Su mirada no se despegaba del suelo, su teléfono vibraba en el bolsillo del pantalón de su uniforme, seguramente Minhyun estaría enfadado con él, ¡pero no sé tenía la culpa de nada!

- ¿Ves que eres un inútil? -Dongho escuchó.

Seokmin estaba parado frente a él con la mirada clavada sobre su rostro, una mirada que denotaba maldad y que no daba buena sensación. El pelimorado quiso correr lejos, pero debía mantener la postura.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó sin inmutarse a su reciente insulto. Seokmin se balanceó relamiendo sus labios y enarcando una ceja con arrogancia.

- Superviso tu trabajo, basura -musitó mirándolo a su distancia, frunció el ceño-, ¿ya te ibas a casa?

- Seungcheol se fue a casa en auto, no puedo seguirle así -refuto apretando con fuerza su mochila.

Seokmin se detuvo. El silencio y el ambiente gélido no ayudaban en nada a que Dongho se pudiera mantener en calma, la presencia de Seokmin era ciertamente imponente, quizás por su reputación o por la mirada penetrante que tenía. Se acercó despacio, el pelimorado se quedó quieto en su lugar, de repente la gente a su alrededor ya no estaba y solo eran ellos dos, cualquier cosa podría pasar y no necesariamente sería una buena.

- Estoy de buen humor hoy, Baekho -inquirió con calma, una calma abrumadora-, te daré exactamente dos semanas para reponer el tiempo perdido y darme por lo menos una cosa que sea útil para hundir a ese estúpido -habló con el claro desprecio en su voz-, sí no lo haces, ya sabrás tú a quién le tendré que hundir lo que le queda de preparatoria junto a su tan preciada relación de cinco años.

Dongho asintió, asustado, sintiendo la garganta seca de un momento a otro. Luego de eso, Seokmin sonrió falsamente y se fue en dirección contraria a la suya.

Estaba aterrado.

[ ... ]

- Bien, chicos, que tengan un lindo día -la maestra Jeon salió del aula a paso ligero, hoy parecía estar de muy buen humor.

Seungcheol recogió sus cosas con tranquilidad mientras el aula iba quedándose vacía. Era miércoles, el miércoles en el que Seungkwan se fue temprano y el día tambien en que extrañamente Dongho había faltado, no tenía preocupaciones mayores ese día. Jihoon se levantó finalmente de su asiento y salió con tranquilidad con el mayor siguiéndole el rastro rápidamente a una distancia prudente, hoy también tenían trabajo después de clases, la maestra Jeon tenía una obsesión por dejar trabajos en pareja tan seguido.

Pasaron entre varios alumnos, varios mirando con cierto sentimiento a Jihoon; luego de la humillación de Ravn, una pequeña parte del alumnado lo había dejado en paz y otra parte había tomado el acontecimiento como una razón para inculpar y seguir molestandolo. Todo pla tiene sus pros y contras. Se detuvieron en una cafetería cercana a la escuela a la que nadie le gustaba ir porque siempre estaba llena de personas mayores tomando el té de la tarde y jugando con otros adultos mayores; la biblioteca estaría cerrada dos semanas debido a remoldelaciones, por lo que estarían yendo mientras a casa del castaño -Jihoon se había negado a que fueran a la suya-. Esperarían a su madre en la cafetería.

🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora