[🍋]-; s e i s.

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Lamentablemente su plan se pospuso una semana. Seungcheol odiaba enfermarse, siempre un simple resfriado lo dejaba en cama por una semana entera. El lunes por la mañana, cuando ya se encontraba mejor -exceptuando sus marcadas ojeras y sus pálidos labios-, se arregló y fue a la escuela, más tarde su madre se encargaría de justificar sus faltas.

Suspiró exhausto cuando entró al salón de clases para tomar la primera hora de inglés y se dirigió con mucha pereza al lugar que ocupaba junto a Joshua. Sacó la libreta de su mochila, unos bolígrafos y se echó sobre la mesa mirando a su amigo.

- Buenos días, Josh -dijo el mayor viendo como el peliazul giraba los ojos y pintaba sobre sus labios una pequeña sonrisa.

- Creí que habías muerto -bromeó-, pareces un muerto viviente.

- Ojalá -sonrió de lado y volvió a incorporarse en su asiento soltando un suspiro-, ¿hay algo nuevo en lo que me fui? -Joshua lo pensó un momento, levantando su mentón con la mano y chasqueó la lengua después de unos segundos.

- Nos ordenaron por orden de lista -explicó torciendo su expresión en una mueca de desagrado-, en todas las clases a excepción de Inglés y Biología -Seuncheol abrió los labios para hablar pero término haciendo un puchero mientras fruncia el ceño-, y por lo que me dí cuenta, a los que faltaron el día que se colocaron lugares los ponen en cualquier lugar vacío, así Jeonghan quedó junto a mí en clase de historia.

- No puedo creerlo, ¿por qué después de tres semanas de clase nos vienen acomodando de esa manera? -bufó cuando el maestro entró al salón de clases.

- El rector es algo raro -respondió tranquilamente el menor sacando su libreta.

La siguiente hora pasó impasible, lenta, aburrida. Al término de la clase de inglés se despidió de Joshua y caminó con tranquilidad hasta el aula de Biología pero en un momento la tranquilidad que reinaba en su mente comenzó a temblar. No era que Seungcheol fuera un paranoico, pero sentía que alguien le estaba siguiendo como si fuera una sombra. Al llegar a una esquina se dio la vuelta para verificar la sensación inquietante que tenía.

- No hay nadie... -susurró frunciendo el ceño- que raro.

- ¡Eh! ¡Seungcheol! -alguien llamó desde la dirección a donde iba originalmente, se giró despacio hacia donde lo llamaron encontrando a Seokmin junto a Aaron-, ¿estás listo para la exposición?

- ¿Qué? -el castaño desapareció por la esquina caminando hasta los chicos.

- La maestra aplazó tu exposición sobre la célula para cuando regresaras -explicó Aaron, su voz escuchandose lejana para otro chico pelinegro que se encontraba cerca.

- Mierda, casi me atrapa... -musitó bajo saliendo detrás de la columna blanca de la pared y con paso rápido volvió hasta su aula de clases.

Más tarde podría seguir a Seungcheol.

[ ... ]

La señora mayor elevó la mirada por sobre sus lentes mirando al castaño, Cheol tenía los labios fruncidos, inevitablemente nervioso ante la reacción de la profesora. La mujer encargada de la materia de Historia revisó su lista con extremo cuidado y luego habló:

- Choi Seungcheol -musitó mirando al castaño quien asintió. La profesora iba a hablar de nuevo pero terminó siendo interrumpida por un chico castaño de mechas rubias quien había entrado a todas prisa al salón.

- Buenos días, profesora Kim -saludó el muchacho respirando con agitación al marco de la puerta.

- Y Chwe Hansol -terminó de decir la mujer con la molestia presente en su tono de voz-, adelante por favor -dijo hacia el rubio-, tomen una mesa juntos -indicó hacia los dos, Cheol asintió efusivamente y junto al menor ocupó una mesa al final del salón.

🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora