[🍋]-; t r e i n t a y o c h o.

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El sol entraba suavemente por los espacios de las cortinas, se escucha el sonido lejano en las casas y las calles en donde pasaba gente charlando animadamente, los niños riendo y las perros ladrando de manera juguetona. La mañana o tarde del 25 de diciembre estaba perfecto, aunque Seungcheol no estaba seguro, no sabía la hora, solamente estaba absorto en la calidez de las sábanas en la cama, tan cómodo, se movió un poco y finalmente recordó que no estaba solo en esa cama.

Abrió los ojos con lentitud encontrándose de frente con rostro de Jihoon, dormido, respirando tranquilamente. Estaban tan cerca que si Jihoon estuviera despierto podría escuchar el sonido de su corazón corriendo como loco al tenerle tan de cerca, podía sentir su respiración mezclándose con la suya, y no puedo evitar sonreír mirándolo tan tranquilo, contemplado su rostro al tenerlo tan de cerca, sus pestañas cortas, la punta de su nariz, sus mejillas sonrojadas por el frío, limpias de cualquier moretón o raspón en ellas y sus labios delgados, rosados y ligeramente entreabiertos, tentando una idea loca en su cabeza.

Seungcheol relamió sus propios labios por instinto, habían sido varias las veces en las que imaginaba que podía besarlo, no lo iba a negar, quería hacerlo, pero por lo menos en esa ocasión no lo haría. Si eso llegaba a suceder alguna vez, quería tener el consentimientos de Jihoon y que éste estuviera despierto.

Se quedó largo rato mirándolo, pensando en lo mucho que le gustaba Jihoon. Luego de lo que le había dicho en el parque y el hecho de aceptar su loca idea de dormir juntos, no sabía bien qué pensar, a él le gustaba mucho Jihoon, ¿a Jihoon le gustaba él o solamente era puro agradecimiento? En ocasiones se miraban de manera especial, sus silencios eran cómodos y era como si ambos estuvieran en una sintonía especial, cuando compartían momentos íntimos, cuando ocasionalmente se tomaban de las manos, cuando hacían lo posible para estar juntos en la escuela ocultándose de los demás. Todo lo que había hecho por él en un inició era porque le parecía injusta su situación, pero ahora, era obvio que estaba motivado por el amor que sentía por él. ¿Podría tener una oportunidad con él tan siquiera? Porque, aunque no quisiera hacerse ilusiones, si lo pensaba mejor, el menor había estado abriendo su corazón hacia él, de una manera más íntima que quizás sería vista por algo más que solo amistad.

Extendió su mano desde debajo de las sábanas colocándola con delicadeza sobre la mejilla suave del pelinegro, su corazón estaba agitado, lleno de alegría y ternura. Removió sus cabellos negros y suaves, y solo siguió mirándolo por largo rato hasta que el menor comenzó a moverse. Se dio vuelta y fingió dormir cuando escuchó a Jihoon sentarse en la cama luego de unos minutos.

Jihoon se estiró sentado sobre la cama, había dormido tan bien, en parte porque había dormido largas hora y en otra porque le gustaba la compañía que tenía ese día. Frotó sus ojos tratando de enfocar su vista, obviamente no había olvidado a quien dormía a su lado, de hecho, estuvo horas pensado en su situación después de que ambos se acostaran juntos en la cama y el mayor le haya dado las buenas noches. Fácilmente estuvo una hora aún con la emoción a flor de piel y con el mayor dando vueltas por su cabeza hasta que finalmente cayó rendido.

Echó un vistazo a quien estaba durmiendo a su lado, cubierto por las sábanas y respirando de manera tranquila. ¿Qué se suponía que pasaría ahora? de repente se sintió avergonzado, ¿Cómo podría verlo a la cara luego de todo lo que había sucedido la noche anterior?

Qué horror.

Se regañó en su cabeza soltando un ligero gruñido en señal de queja. El sonido de su teléfono vibrar sobre la mesa de noche lo sacó de sus pensamientos, lo alcanzó tratando de no moverse tan bruscamente para despertar a Seungcheol y miró de qué se trataba: una llamada de Jeonghan, bueno, en realidad había dejado varías. Decidió levantarse y salir de la habitación para poder devolverle las llamadas a su hyung y no preocuparlo. Cerró suavemente la puerta y se dirigió al baño revisando las notificaciones de su celular, unas diecisiete llamadas perdidas por parte de Jeonghan, unos cuantos mensajes de sus amigos deseándole feliz navidad, y casi a lo último, en señal de que había sido de los primeros mensajes, uno de su hermano mayor. Se preguntaba el por qué no había revisado su teléfono desde la noche anterior y no justo hasta ahora que eran ya las 4 de la tarde, con mucho razón habían tantas llamadas perdidas y mensajes desesperados por parte de Jeonghan.

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2022 ⏰

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