🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.

[🍋]-; c i n c o.

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La casa de Minki era realmente bonita, las paredes pintadas de tonos pasteles y lo recuadros familiares adornando las mismas le daban un aspecto cálido a la casa. Seungcheol había llegado un poco antes de lo esperado a casa del pelinaranja, como siempre cuidando de su puntualidad. Al igual que la casa, Minki era muy agradable, le recibió gustoso con una gran sonrisa y constantemente se cercioraba de que estuviera cómodo.

- Los chicos no deben tardar en llegar -Minki habló sentándose en el sofá aterciopelado de color rojo vino-, esos dos siempre son unos impuntales, pero nada de qué preocuparse.

Seungcheol le sonrió y Minki puso su atención en su teléfono. Lo miró un instante y su cabeza empezó a pensar rápidamente confundiendolo, ¿cómo una persona tan cálida y amigable como Minki podía ser amigo de alguien tan cruel y miserable como lo era Seokmin? Si hasta su nombre detonaba dulzura.

"Choi Minki."

Sonaba tan lindo y por supuesto que la persona portadora de ese nombre debía ser alguien inofensivo y adorable, y no dudaba de que Minki fuera así, ojos grandes y labios pequeños abultados le hacían ver casi como un bebé. Entonces, ¿que tipo de amistad tenía con Seokmin?

- Minki... -masculló el castaño algo inseguro, atreviéndose a resolver las dudas en su cabeza.

- ¿Sí? -alzó la mirada dejando su teléfono de lado.

- ¿Puedo hacerte una pregunta?

- La estás haciendo ahora -los dos rieron por el comentario y Cheol sabía que, aunque no conociera del todo a Minki, podía confiar en él-. Claro que puedes.

- ¿Cómo conociste a Seokmin? -Minki pareció sobresaltarse, sus ojos abriéndose ligeramente y ahogando un pequeño chillido. 

- Bueno... -se removió ligeramente sobre su asiento desviando la mirada- él y yo no somos exactamente amigos. Es más amigo de Aaron que mío; Seokmin es un doble cara, no confío mucho en él pero bueno, trabajo es trabajo.

- Entonces, sí estás al corriente de todo lo que ha hecho... -murmuró, frunciendo ligeramente el ceño.

- No es como que estuviera ciego o sordo -resopló-, es solo que quiero evitarme problemas, este es mi último año y quiero terminar libre de cualquier inconveniente.

Seungcheol bajó la mirada hacia sus zapatos emitiendo un bufido. Si Minki que era una persona considerada pensaba de esa manera, podía imaginarse el pensamiento de las demás personas en la escuela. Sintió su pecho punzar una vez más, se preguntó cuánto había pasado Jihoon los últimos -casi- dos años, debió y debe ser agonizante aún. El pelinaranja también suspiró, sabía que Seungcheol era un alma pura, aún más que él, así que por una vez, se arriesgaría a meterse en problemas.

- No diré nada -dijo Minki-, pero debes tener cuidado -el castaño lo miró con la confusión palpable en su expresión y con inminente atención, Minki relamió sus labios, sus ojos desviandose a otra parte de la sala-, defender a Lee comprende una carga demasiado pesada; soportar el mismo dolor que la persona a la que defiendes es una de las consecuencias, estoy seguro de que Seokmin hará lo que sea para asegurarlo hasta que te rindas, igual que Boo -miró los oscuros ojos del castaño y una mueca rara adornó la cara del pelinaranja, como una mezcla de desagrado e incomodidad-. Seokmin es demasiado rencoroso y el estúpido poder que tiene sobre toda la escuela es malo, solo logra empeorar las cosas.

- ¿Cómo... cómo sabes...? -Seungcheol estaba sorprendido, ayer que lo había conversado con el grupo de Jun no había nadie más que ellos en el baño y además era hora de clases, era casi imposible que alguien más se hubiera enterado. Pero ahí estaba, Minki lo sabía.