🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.

[🍋]-; t r e c e.

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Era hora. Eran las seis y media de la mañana de la mañana cuando Seungcheol salió de casa para dirigirse a la escuela. Como siempre, el ambiente se encontraba frío y de nuevo por su mala suerte su primo se había llevado su abrigo dejándolo solo con una chamarra de mezclilla que no servía para nada porque en vez de calentar se ponía más fría. En la parada del bus bufó del frío viendo una estela de vapor frente a su rostro, el cual seguramente estaría rojo por lo mismo, cuando se disponía a ponerse los audífonos un grito a su nombre lo hizo darse vuelta.

- ¡Seungcheol! -Seungkwan gritó corriendo hasta donde el castaño.

Seungcheol sonrió notando la costumbre de Seungkwan al no usar los honoríficos con él, el menor había agarrado demasiada confianza en poco tiempo y eso no le molestaba en lo absoluto a Seungcheol, de hecho, se le hacía curioso. Seungkwan vivía a unas cuadras de su casa, en ocasiones sus caminos coincidan porque usualmente Seungkwan salía un poco más tarde de casa ya que lo llevaban en auto a la escuela. En una de las veces que se habían ido juntos, el menor le había contado que el negocio de su padre se había hecho aliado de una franquicia de supermercados más grandes de la zona y que el dinero que habían conseguido les había alcanzado para comprar una mejor casa y un auto, todo iba de maravilla con la familia Boo.

- Seungkwan-ah, buenos días -el castaño saluda con una sonrisa.

- Buenos días -devuelve el saludo igual con una sonrisa cuando llega junto al mayor-, creí que no te alcanzaría.

- ¿Hoy no vas en auto?

- Nop, mi padre va a ir a ver al señor Cho del supermercado para abastecer -explica tranquilamente, ambos se sientan en la casita de la parada-, ¿por qué vienes tan desabrigado? -pregunta frunciendo el ceño- ¿acaso quieres morir?

- Mi primo se ha llevado mis suéteres -Seungcheol suspira bajando la mirada.

- Éste chico, ¡debes ser más territorial, Seungcheol! -Seungkwan chilla inflando el pecho haciendo al castaño soltar una risa.

- ¡Buenos días! -ambos chicos dejan su juego para prestar atención a la tercera voz que aparece-, ¿de qué hablan? Yo también quiero saber el chiste.

- Buenos días, Hansol-ah -saluda el mayor de los tres, sonriendo al ver el repentino cambio en Seungkwan.

- Buenos días, Hansol -repite el menor mirando con atención al de mechas rubias.

Seungcheol casi suelta una gran carcajada al ver la expresión embelesada de Seungkwan, y pensar que solo hacía algunos segundos estaba discutiendo con él por no usar abrigo. Hansol vivía sobre la misma calle que Seungkwan, casi no se topaba en el camino de Seungcheol porque Hansol acostumbraba salir de casa más temprano a tomar el bus porque luego se llenaba demasiado y no le gustaba estar rodeado de tanta gente.

Surgió una conversación entre los tres mientras esperaban tranquilos a la parada del autobús, éste llegó cinco minutos después, el mayor dejó a ambos menores sentarse juntos mientras él tomaba lugar un asiento detrás. El trayecto hacia la escuela era de quince minutos, el castaño se mantuvo curioso de la conversación que los dos menores llevaban, cómodos y divertidos; desde que había conocido a ambos, se los topaba en la parada del bus, la  primera vez que ambos coincidieron con él, fue la primera vez que hablaron, pero sospechaba que alguno de los dos ya había estado viendo desde lo lejos al otro.

Se notaba a kilómetros.

Sonrió con ternura y decidió no irrumpir en la conversación colocándose de una vez sus audífonos, buscó en el reproductor una canción tranquila, "Change up" parecía ser la indicada, una tonada relajante y fresca. Al terminar la canción, su teléfono vibro en indicación de un nuevo mensaje.