[🍋]-; v e i n t i o c h o.

136 19 5
                                    


[📎]

Caminaron juntos por la vereda ahora estando más tranquilos, porque al fin sentían que su lazo de unión era tan fuerte que nada los iba a separar, por lo que el mayor se había tomado la libertad de sostener con fuerza la mano del menor mientras caminaban a paso tranquilo. Jihoon se sentía un poco extraño, en su interior sentía tal calidez y comodidad que le asustaba, porque nunca había experimentado algo así y le gustaba demasiado. Por otra parte, Seungcheol sonreía feliz de sostener al menor sin pena ni miedo. Recordaba cuando el menor era más cerrado y cortante mientras que ahora le dejaba ver cómo era realmente, podía describirlo como una persona cálida y cuidadosa, aunque en ocasiones le costaba demostrar cariño.

- Seokmin me odia -dijo el castaño cuando en algún momento la conversación se desvió hacia el nombrado. El pelinegro lo miró curioso y él continuó-. Intuí que no era una buena persona desde la primera vez que me habló, él sonreía y era demasiado cortés, se me hizo raro, su tono de voz también me eran extraños, sonaba un tanto autoritaria.

- Él no era a como es ahora -le siguió la plática-, ha cambiado. Creo que más que nada por lo de su imagen.

- Está obsesionado -bufó frunciendo el ceño-. Antes de que me contaras todo, yo ya había hablado con Jun y con Hoshi -los mencionó ligeramente sabiendo que Jihoon ya no tendría por qué hacer especulaciones hacia sus amigos y él sobre sus decisiones-, ellos me lo dijeron. Luego me hable con Seungkwan y me contó su historia. Él me dijo que yo estaba loco, pero también me ayudó para lograr todo lo que hemos conseguido hasta ahora.

- Seungkwan... -repitió lentamente el menor- le debo una disculpa.

Seungcheol guardó silencio mientras se sentaban finalmente en la parada de autobuses, iban a volver hacia la escuela para luego ir a la plaza cercana en donde Seungkwan lo había citado de manera repentina -no dejándole explicar que no estaba solo-. Alzó la mirada al cielo y jugó con sus labios moviéndolos de un lado a otro repasando internamente las palabras de Seungkwan el día que decidió ayudarlo; él no guardaba rencores, sin embargo, comprendía el pesar del pelinegro. Jihoon debía sentirse en deuda, al final todo lo hacía de manera precipitada y el castaño podía comprenderlo. Recargó su espalda en el asiento de la parada sin soltar la mano del menor y lo miró incitándolo a hablar.

- Debí disculparme con él yo mismo -Seungcheol asintió, Jihoon frunció el ceño haciendo un puchero- ¡No estás ayudando! -reclamó golpeándolo con su mano libre haciendo al castaño reír en una carcajada.

- Lo veremos ahora -habló aun sonriendo, aunque el menor seguía con los labios fruncidos, era tan lindo-. Seungkwan no es mala persona, le daremos una sorpresa.

- ¿Sí? -preguntó curioso.

- No sabe que vienes conmigo. Puedes disculparte en persona si tanto lo deseas, siempre en mejor tarde que nunca, ¿no lo crees?

El pelinegro asintió sonriente. Deseaba que las conversaciones triviales con el castaño nunca acabaran, su voz y expresiones eran agradables de ver y escuchar, no se comparaban en nada a solo hablar por medio de papeles.

El autobús llegó y ambos subieron. Realmente parecían una pareja de novios primeriza, tomados de la mano y de vez en cuando sonriéndose de manera tímida, pero ninguno de los dos quería acetarlo.

No aún.

[ ... ]

Seokmin caminó por el pasillo tomando rumbo hacia la cafetería, su paso era elegante y firme, con el pecho en alto y la mirada seria. Pensaba en una sola cosa; su mente podía estar enferma y podrida, pero aun podía pensar y formular algunas cosas de manera correcta y sabía que ese día algo andaba mal. Los nombres de Choi Seungcheol y Lee Jihoon estaban presentes en sus pensamientos; Aaron dijo haberlos visto a ambos al inicio de las clases, pero que Jihoon no había entrado ni a la primera ni a la segunda clase y tampoco lo había visto irse entre las mismas, por lo que suponía que se habría ido antes. En cuanto a Choi, Seokmin no lo había visto en la primera clase y tampoco en la segunda ¿Qué pasaba con él?, se preguntó. Y no fue hasta que el nombre del mayor salió de los labios de Boo que supo que él se había ido de la escuela poco después de llegar.

🍋; 𝙲𝚒́𝚝𝚛𝚒𝚌𝚘.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora