Dos en uno

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Despierto sobresaltada, la luz entra por los largos ventanales, Derek me abraza, su mano toma mi pecho izquierdo, miro mi mano y apenas puedo creerlo.

— Buenos días. – murmura.

— Buenos días. – respondo, sonrió y doy media vuelta.

— Me gustan las mañanas así, verte con el cabello revuelto, los ojos brillantes, esa sonrisa que te distingue. – acaricia mi pierna, su mano comienza a ascender y toma mi glúteo izquierdo.

— A mí me gustan los mañaneros. – confieso, me muerdo el labio inferior y él me mira hipnotizado, me sube sobre él y aún abrazados su mano guía a su miembro a entrar en mí.

— Siempre dispuesto para ti.

Me apoyo de su torso mientras brinco de arriba abajo y me muevo de un lado al otro una y otra vez, mis pechos rebotan por el movimiento, sus manos los capturan y los masajean, me da media vuelta y ahora está sobre mí, hace a un lado las sabanas y abre mis piernas, su lengua recorre mi cuello, sus besos encienden cada parte de mi cuerpo, gimo al sentir la intensidad de la unión de nuestros cuerpos, llego al clímax en un glorioso orgasmo, Derek continua penetrándome hasta liberarse y caer rendido sobre mi cuerpo.

— Es usted increíble futura señora Müller. – sonrió.

— Creí que era insaciable señor Müller.

******************

La vida se me ha resumido en ir a la universidad, cuidar a Kerstin, pasar noches apasionadas con Derek y formar una increíble familia.

Visitamos a mi padre en Illinois, Derek no puede esperar para verlo y contarle lo que ha pasado, me pone nerviosa esta situación, nos detenemos en la puerta y esperamos a que mi padre abra.

— ¡Hey! Dime que dijiste que sí. – dice mi padre, lo miro sorprendida.

— No esperabas a que te pidiera matrimonio sin permiso de tu padre ¿Verdad? – pregunta y sonrió.

— Pasen, pasen. – mi padre ha acomodado todo para una comida familiar, Kerstin está dormida así que la dejamos descansar. – Quiero saberlo todo.

Pasamos toda la tarde hablando de lo increíble que fue, omitiendo algunos detalles como lo que paso después de decir que sí, creo que no necesita saberlo.

Mi padre está completamente emocionado, incluso planea el lugar, como le gustaría que fuera mi vestido e incluso la comida que quiere ese día, Derek y yo no podemos evitar reírnos de ello, aún no hemos planeado una fecha para la boda, lo importante por ahora es comentar que está en nuestros planes ser una familia.

El verano se acerca y con él el final de mi proyecto, estoy muy nerviosa por presentarlo, aunque el Doctor Cooper me alienta y me da la confianza en todo momento. Trabajo más tiempo, necesito estar completamente lista y sobre todo terminar con algunas labores que aún tengo por resolver en la universidad.

— Supongo que ya te enteraste. – dice Matthew en el umbral de mi puerta. Dejo de teclear en la laptop y lo miro.

— ¿De qué?

— Me voy. – responde.

— ¿Te vas? – pregunto incrédula y él asiente.

— Pero no podía irme sin despedirme. – comenta. – Lamento todo lo que paso... entre nosotros. – se muerde el labio interno por nerviosismo. – Fui un completo idiota y sé que nunca voy a remediarlo, solo... perdón. – asiento. – Tiene suerte.

— ¿Quién? – pregunto.

— Cualquier hombre que este a tu lado y sepa aprovecharlo.

Lo veo cargar un par de cajas y apenas puedo creer que se va, se va para siempre.

ENCUENTROSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora