ENCUENTROS

Amor y otras decepciones

Sigo confundida con la tan espontanea propuesta de Matt, estos días he mantenido una ligera distancia, aun no le cuento nada a mi padre porque sé que el brincaría de emoción. Decido ir a su casa y hablar de esto de una vez por todas, no podemos casarnos, va a ser mi profesor en el siguiente semestre, así que definitivamente no puedo aceptar, no ahora.

Recibo un correo por parte de la universidad, debemos presentarnos para una junta en la que se hablara del trabajo que haremos y como retomaremos algunos proyectos, supongo que mi plática deberá esperar, me alisto y salgo hacia la universidad, en el estacionamiento me encuentro con algunas personas, Marcus se acerca a mí y dice:

— Escuche que habías perdido algo. – sonríe y se aleja.

Lo miro con asco, Joseph toca mi espalda y me da un beso en la mejilla.

— ¿Pasa algo? – pregunta y niego.

— Joseph...

— ¿Si? – pregunta mientras caminamos, me detengo y digo:

— Matt me pidió matrimonio.

— Wow. – expresa con sorpresa, me mira desconcertado por un momento y luego parece razonar lo que le acabo de decir. – ¿Aceptaste?

— ¿Puedo hacerlo? – pregunto, obviando nuestra situación en la universidad.

— Tienes razón... pero ¿Qué piensas hacer? – pregunta con un tono de resignación.

— Si soy honesta contigo, no fue la mejor propuesta, no es como una mujer enamorada e ilusionada con el amor quisiera que le pidieran matrimonio...

— ¿Después de tener sexo? – pregunta interrumpiéndome, asiento y liberamos una carcajada. – Entonces fue sincero. – dice bromista

— No lo sé, creo que la presencia de la tal Larissa vino a desequilibrar las cosas. – respondo.

— ¿Larissa? – pregunta y asiento.

— Así se llama su ex, actualmente rommie porque no me quería molestar y no sé qué más cosas me ha dicho.

— Y siendo honesta contigo misma ¿Es lo que quieres? – pregunta, realmente no lo había pensado, caminamos por un momento en silencio hasta que llegamos con un grupo de profesores.

El auto de Matt llega haciendo todo el ruido posible, es obvio que no es conducido por él, todos dirigimos la vista a su impresionante auto, una mujer de cabello rubio desciende de ese auto, pongo los ojos en blanco, parece una modelo haciendo un comercial. Se dirige al otro lado y ayuda a Matt a bajar del auto, algunos me miran, pero al dedicarles una mirada sugestiva miran a otro lado. Todos continuamos nuestro camino, Matt continua con su enfermera personal, aunque me parece innecesario que se recargue en ella en todo momento prefiero no decir nada delante de los demás.

El director de la universidad nos da la bienvenida, hablan del lamentable accidente de Matt y ven la posibilidad de darle un poco más de tiempo para recuperarse, la mayoría entienden la situación, algunos otros comienzan a cuchichear, Joseph está sentado a mi lado y aprovecha cualquier momento para escribir algo en su libreta y después borrarlo, parecemos aquellos compañeros a los que les piden guardar silencio pero solo presionamos nuestras bocas para no liberar fuertes carcajadas.

— Señorita Jinks ¿Hay algo que le parezca gracioso? – pregunta, me toma por sorpresa, trato de decir algo, lo miro y prefiero cerrar la boca, niego y me quedo en silencio como la chica regañada. – Como les iba diciendo, contamos actualmente con un departamento de pasantía, como la señorita Jinks y algunos otros de sus compañeros que se encargan de dar asesorías a algunos alumnos y a su vez avanzar su especialización dentro de este centro universitario. Existe la posibilidad de intercambios internacionales, lo cual traería más atracción y no es que la universidad lo necesite, simplemente queremos seguir creciendo, ser una universidad innovadora. Así que anoten ese dato, también les queremos decir que hemos ido avanzando...