Día de pesca

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Las vacaciones van especialmente bien, mi padre sabe que he vuelto con Matt y que quizá esta vez sí sea algo más formal, ambos planean una salida a uno de esos lagos para pescar que honestamente no me importan, pero ellos parecen están fascinados, mi papá encantado con Matt y Matt emocionado por aprender a pescar con mi papá.

Preparo la cena en la cocina mientras ambos miran la televisión, creo que miran un partido de americano o algo similar.

Mi celular vibra y veo el nombre de Joseph en la pantalla, volteo a ver a Matt y a mi papá, ambos continúan distraídos, decido desviar la llamada, en otro momento me pondré en contacto con él.

Mientras corto un poco de vegetales para una ensalada fresca, me asusto y me corto la punta del dedo índice cuando Matt me abraza por atrás.

— Lo siento, no era mi intención. – dice preocupado mientras ve mi dedo sangrar.

— No hay problema, en el botiquín hay unas bandas para estos casos, puedes sacar una por favor y el alcohol.

— Si, si, lo siento.

— Tranquilo. – respondo mientras enjuago mi herida.

— En verdad lo siento. – repite y le dedico una mirada comprensiva.

— ¿Todo bien? – pregunta mi papá, me quejo de dolor al sentir el alcohol en contacto con mi herida.

— Si. – contesto con esfuerzo, envuelvo mi dedo en una bandita adhesiva y todo queda solucionado.

— Deja que nosotros continuemos. – dice Matt, le entrego el cuchillo y comienza a picar los vegetales.

— ¿Segura que todo está bien? – pregunta nuevamente mi papá, aprieto su hombro y lo abrazo.

— Todo bien, pero me tomo desprevenida y se me fue el cuchillo al dedo.

— Bueno, espero que tengas buen sazón muchacho. – bromea mi papá y ambos comienzan a terminar de preparar la cena.

Mi celular vuelve a sonar, desvió la llamada y meto el celular en mi bolsillo trasero del pantalón.

— No es importante. – digo cuando Matt me observa con intriga.

Toda la cena la pasamos platicando y bromeando, mañana ambos se irán a pesar y honestamente es algo que prefiero evitar, así que me quedaré en la casa para hacer algunas labores domésticas, aunque mi papá siempre lo hace muy bien, tengo que lavar mi ropa y una que otra cosa más.

Sus planeas además de su vestimenta es el horario, la comida, incluso algunos otros artilugios por si el clima cambia, aunque nunca suele hacerlo, pero más vale prevenir.

— Bueno... buenas noches. – dice Matt en el umbral de la puerta, me acerco para despedirme de él, cuando escuchamos:

— Puedes quedarte a dormir aquí. – comenta mi papá, ambos lo vemos emocionado y él sonríe al vernos.

— ¿En serio? – pregunto.

— Sé que se van a comportar, porque todo se escucha en esta casa, además que tengo buen oído. – dice mi papá, siento que el color de mi cara cambia de un segundo a otro, Matt me abraza y cierra la puerta.

— Claro señor.

— Además nosotros tendremos que levantarnos temprano. – lo mira con cara de amenaza y sonrió al ver su expresión. – 4:30 muchacho, 4:30.

— Sin falta señor.

— Perfecto, vayan a dormir. Pero dormir. – nos advierte y sube las escaleras.

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