ENCUENTROS

No es lo que parece

Matt

Wallace parece tan vulnerable, espero a una distancia prudente, no puedo dejar de pensar que todo esto es mi culpa, Joseph llega corriendo y saluda a Wallace como si fueran los mejores amigos, solo en ese momento puedo verlo llorar por su hija, siento que el tiempo dura una eternidad, no sabemos qué pasa con Amber.

Joseph se acerca a recepción una y otra vez, Wallace hace algunas llamadas y pronto veo que sacan a Amber en una camilla, esta tan pálida, tan débil.

— ¿Qué pasa? – pregunto.

— Vamos a trasladar a Amber a otro hospital. – responde Wallace.

— ¿A dónde? – pregunto.

— No. – dice Joseph. – No merece saberlo después de provocarle esto.

— Joseph no seas idiota, los dos sabemos muy bien...

— Cállate, por respeto a ella cállate. – dice, muerdo mi lengua, tiene razón, no puedo seguir con esta guerra.

— Pero sabes que también tengo derecho a saber.

— ¿No es obvio lo que paso? – pregunta. Wallace nos mira confundido. Suben a Amber a una ambulancia, Wallace se va con ella y Joseph va por su auto, hago lo mismo, quiero saber cómo esta, que va a pasar con ella, no puedo imaginar... si ella se va...

Veo a Joseph y maneja a toda velocidad, lo persigo y sé que me mira, me sede el paso tantas veces como puede, pero necesito saber a dónde llevan a Amber. Lo miro detenerse en una calle y paso de largo, ahora el viene detrás de mí, sé que es más su apuro por llegar que sus ganas de pelear conmigo, así que continuo siguiéndole hasta llegar al hospital en el que habíamos estado hospitalizados.

— Ni se te ocurra acercarte. – dice al verme estacionado.

— Tengo derecho.

— ¿De qué exactamente? – pregunta. – Por si no es obvio fue un aborto. – la sangre se me hiela y me quedo paralizado.

— Déjala en paz Collins.

Por primera vez quiero obedecer lo que se me dice, pero no puedo hacerlo, no quiero dejarla sola.

He dejado pasar varias horas, supongo que ya deben saber algo nuevo. Bajo del auto decidido e ingreso al hospital, trato de mantener mi distancia, un enfermero al parecer conocido de Wallace se acerca con una tablilla, no parece ser médico, pero una mujer se acerca a él como apoyo, quizá es practicante.

Joseph y Wallace me miran de mala manera, no quería que nada de esto pasara, no quería hacerle daño, solo quiero que ella lo sepa, que nada de esto fue mi intención.

— Amber tenía la sospecha de estar embarazada. – dice el chico, Wallace parece sorprendido y Joseph y yo no decimos nada más que esperar a lo que digan los doctores.

— ¿Qué? – pregunta su padre, en una combinación de ilusión y sorpresa.

— ¿Qué paso con el bebé? – pregunta Joseph.

— No es lo que parece...

— ¿Lo perdió? – pregunto, Joseph me mira y siento que de no ser por el padre de Amber estaría besando el piso.

— Amber...

— ¡Ya dinos muchacho! – dice Wallace desesperado.

— Amber tiene cáncer. – todos compartimos miradas, no entendemos ¿Qué está pasando? Nuestros rostros reflejan la sorpresa y el terror combinados. – Cuando se hizo la prueba salió positiva, ella quería esperar para realizarse la prueba de sangre y ultrasonido para confirmarlo, pero, apenas hoy recibió las instrucciones.