¿Bailas?

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Los días están pasando bastante rápido y el trabajo cada vez es más, mis padres entienden eso, así que compenso mi ausencia con unas video llamadas, les he comprado una Mac para vernos en mejor resolución.

— ¿Te estas portando bien Amber? – pregunta mi mamá en sonó burlón.

— Si mamá. – respondo.

— ¿Cómo te va esta semana? – pregunta, suspiro y miro al techo.

— Bien, eso parece, mucho trabajo como siempre, pero bien, ya cas es fin de semana y... voy a ir a un baile. – digo y ella se emociona.

— ¿En serio? Cuéntame.

— Bueno creo que es un cuida que los alumnos no pierdan el control gratis, pero será un baile por su egreso, están próximos a salir, así que les harán una pequeña fiesta.

— ¿Eso se acostumbra? – pregunta y me encojo de hombros.

— No tengo idea, supongo que es su última fiesta de estudiantes. – respondo.

— ¿Tú porque no tuviste una? – pregunta, miro al vacío y prefiero no recordar.

— Creo que nunca quise ir a una, ahora estoy obligada a ir.

— Pues espero que te diviertas, te has perdido muchas cosas Amber.

— Lo sé. – respondo.

— Diviértete y quítale peso a las cosas, al rato lucirás igual que yo y tú solo tendrás 30 años. – sonrió y me mira con comprensión. – ¡Nick, ya huele a quemado! – grita, veo la silueta de mi padre correr y un poco de humo en la cocina. – Está aprendiendo a cocina, debo dejarte o incendiara mi cocina.

— Está bien.

— Mañana platicamos.

— Así será. – respondo, ambas nos despedimos agitando la mano y finaliza nuestra video llamada.

Miro mi laptop y continúo trabajando desde casa, debo entregar un avance el día de mañana y necesito verificar algunas revisiones. El timbre comienza a sonar, volteo pero no puedo ver nada, me dirijo a la puerta y observo por la ventana que es Matt, abro la puerta y camino de regreso a la sala.

— ¿Es en serio que sigues trabajando? – pregunta, mientras pone unas bolsas en la isla de la cocina.

— Así es, estoy un poco atrasada y mañana debo entregar un avance del proyecto.

— Necesitas relajarte. – dice, masajea mis hombros, sus manos son una delicia, meneo mi cabeza y siento una increíble relajación. – Ven a cenar. – dice y me suelta.

— Estabas en la mejor parte. – respondo y sonríe.

— Ven. – me tiende la mano y me levanta del sillón.

Comida Tailandesa, que novedad, veo que le gusta mucho esa comida, miro una gran variedad de comida, pero siempre como lo mismo, él lo sabe. Nos sentamos en los sillones, encendemos el televisor y ponemos una película en Netflix.

— ¿Te gusta lo que hace Grey? – pregunta y casi escupo la comida. – ¿O alguna vez lo has experimentado? – suelto una carcajada y lo miro divertida.

— ¿Es en serio? ¿Por qué me preguntas eso?

— A mí me gusta. – responde y eso si es una sorpresa, lo miro asombrada y él sonríe.

— No lo he intentado, pero si nos basamos en Grey prefiero al del libro. – comento y asiente mientras continua comiendo. – ¿Estás buscando sumisa? – sonrió él también.

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