ENCUENTROS

Grandes noticias

El ambiente con Matt en todo momento se vuelve tenso, sin necesidad de decir nada, solo basta su presencia. Al abrir el sobre me llevo la gran sorpresa que mi cambio ha sido aceptado, lo cual me da un poco de alivio, pero a la vez un poco de culpa, las clases eran el momento perfecto e ideal de Matt para discutir, para decir todo lo que tenemos que decir para no quedarnos con más dudas, pero a la vez parece una muerte bastante lenta, una agonía que sin duda alguna duele.

Me quedo sin palabras al leer la carta...

— El cambio fue aceptado, a partir de la próxima semana vamos a trabajar en el proyecto. – las palabras del Dr. me sacan de mis pensamientos, sonrió al escuchar la noticia, a Matt no le hace ni puta gracia lo que escucha.

— Disculpe Dr. ¿Es un proyecto extracurricular? – pregunta Matt.

— Bueno veo que no está enterado, la señorita Amber será mi tutorada a partir de la siguiente semana, ya no es necesario que tome clases con usted, porque yo asesorare su trabajo.

— Pero...

— Yo solicite el cambio profesor. – respondo al verlo confundido.

— Ya... pues espero que a usted si le entregue los trabajos completos y no haya excusas de por medio.

— No era excusa, hice lo que se me pidió, lo demás fue por mi cuenta.

— Estoy seguro que vamos a trabajar muy bien, es una mente brillante. – responde el Dr. Cooper.

— Pues que gran noticia, muchas felicidades. – responde, da media vuelta y se marcha, cuando se aleja siento que puedo volver a respirar.

— ¿Todo bien? – pregunta y asiento.

— Mucho mejor.

Caminamos juntos hasta su oficina y nos ponemos de acuerdo para el proyecto en el que vamos a trabajar, platicamos incluso algunas cosas personales pero me tranquiliza el ya no tener que estar cerca de Matt.

Tengo una semana libre, pero aun así continuo trabajando en la investigación que tenemos el Dr. Cooper y yo, quisiera solicitar incluso el cambio de oficina, pero sé que si dejo solo a Joseph uno de los dos va a terminar muerto y escondido en un archivero, así que, tendré que soportarlo.

Trato de no voltear a ningún lado, incluso cubro mi rostro con mi cabello, escribo como loca y leo más artículos, necesito mucha información para tener grandes fundamentos.

— ¿Ocupada? – pregunta Joseph, lo veo con dos vasos de helado y sonrió.

— Mi favorito. – respondo.

— Vamos a tomar aire. – propone, salimos de la oficina y ponemos llave, Matt sale prácticamente detrás de nosotros.

— No sabía que ese helado supiera tan bien. – dice y asiento, me siento un poco incomoda.

— Mi madre solía llevarme a la heladería que está cerca de su casa... siempre pedía choco menta, mi sabor favorito.

— Si, llama a la familia y dile que están listos los preparativos... dos meses... ella está aquí, vive conmigo ¿Qué esperabas, que nos tomáramos de la mano? – dice Matt, tan alto que ambos podemos escucharlo, libera unas carcajadas y continua su camino.

— Lo hizo para herirte. – dice Joseph.

— Pues lo consiguió. – me pasa la mano por el hombro y caminamos al jardín, meto y saco la cuchara un millón de veces y el helado comienza a derretirse. – ¿De qué preparativos estará hablando?