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Jeongyeon caminaba por el bar con aquel vestido negro ajustado que resaltaba sus curvas y su fina cintura, junto a sus pechos resaltantes que parecían que sobresalían del vestido.

Sentándose y dándoles miradas coquetas a muchos de los hombres que andaban por ahí, uno en particular se sentó a su lado.

-Dos vodkas por favor- El hombre la miro- Yo invito.

Ella solo se limitó a sonreír.

El bar donde se encontraba no era uno típico, era uno donde exactamente criminales se juntaban, por eso el bar estaba muy escondido y obviamente la entrada no se le permitía a cualquiera.

Jeongyeon era una criminal muy buscada, había robado en varias joyerías, joyas exquisitas y preciosas, junto a colecciones de vestidos y más joyas, entre aquellos robos hubo algún que otro muerto por ahí, pero a ella simplemente no le importaba dejar un cadáver de más. 

Había robado en más de 10 joyerías y en tiendas, dejando a su paso más de 50 muertos, eso era lo que menos le importaba.

El hombre con el que se había cruzado, pues ahora ambos estaban en una habitación del bar cogiendo como gatos en celo. Una aventura era algo que no negaría, especialmente cuando su aventura era increíblemente guapo.

Jimin, era sin duda alguien encantador.

Las noches de aventura entre estos dos se hicieron cada vez más seguidas, siendo algo rápido pero, él la hacía sentir de una manera extraña e inusual ¿Amor? No quería creerlo. Aunque parecía que él también sentía lo mismo.

Estando en una de sus noches, ella quiso hablar con él de eso, pero lo último que supo fue que la policía estaba rodeándolos y que ya la tenían presa, con una pistola apuntándole a su cabeza, mientras Jimin se iba con ellos diciéndole "Buen trabajo, gracias a ti logramos capturarla."

Sin duda alguna eso la rompió en mil pedazos.

La persona que creía "amar" solo se le acercó para debilitarla y luego encarcelarla, sin duda alguna fue una tonta por sentir algo desde el comienzo.

Su tiempo en la cárcel no dudaría mucho, había ayudado a liberar gente de las cárceles mejores vigiladas, ahora tendría que hacerlo por si misma y cuando regrese, esta vez desearan jamás haberla enojado.

Matar no era algo que le gustase mucho, solo lo hacía cuando era necesario, pero esta vez, ya no la conocerían como una ladrona de joyas, ahora sería una asesina en serie sin probabilidades de ser capturada.

Y su primera víctima será aquel que la condeno, Park Jimin.

¡Holanda! Primeramente, lamento mucho la forma en la que me exprese la anterior vez, andaba estresada con muchas cosas y sé que no debía expresarme de esa manera

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¡Holanda! Primeramente, lamento mucho la forma en la que me exprese la anterior vez, andaba estresada con muchas cosas y sé que no debía expresarme de esa manera.

¿Me perdonan? De verdad, espero que me perdonen por eso, no era mi intención decir eso, no me decepcionaron ninguno, estoy orgullosa de todos.

Fue infantil de mi parte, de verdad espero que me perdonen.

Bueno, los pedidos y continuaciones comenzaran a partir del 36, mientras distraigámonos con estos. Voy diciendo que este one-shot tendrá segunda parte desde la perspectiva de Jimin, será el siguiente.

Bueno, sin más que decir me despido ¡Bye!

𝓞𝓷𝓮-𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓙𝓮𝓸𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora