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Contexto: Con solo haber visto Shrek, especialmente la 2, es suficiente.


La hada madrina, Nayeon, al ver como Jeongyeon se iba de las manos de su hijo, Taehyung, no iba a dejarlo así, una princesa no podía dejar a alguien como su hijo por Jimin, ese horrible ogro estaba arruinando sus planes. Tenía que hacerle ver a la princesa que su hijo estaría con ella siempre ¿Y qué mejor que con una canción? 

-Do menor, tono de Do menor- Susurró al pianista para que empezará de una vez- Súbditos y súbditas- Comenzó usando su varita para cambiar su traje celeste simple a uno de gala rojo- Quiero dedicar esta canción a, la princesa Jeongyeon y el príncipe, Jimin- Odio decir ese nombre en vez del de su hijo.

Los reflectores apuntaron a la mujer que se estaba yendo, detrás de ella estaba "Jimin".

-Jeongyeon, mi princesa ¿Me concederías esta pieza?- Preguntó extendiendo su mano.

-¿Dónde están los buenos hombres? Ya les dije adiós- Comenzó la canción.

Jeongyeon miraba como la gente quería que bailará con él.

-¿Dónde encuentro un Hércules de la batalla en vos?- Cantó sentándose en el piano.

Aún con duda, acepto la mano de él.

-Caballeros ya no hay montando su corcel.

-¿Cuándo aprendiste a bailar?- Preguntó Jeongyeon con confusión al ver a su marido bailando.

-Oh Jeongyeon querida. Por si no lo sabes, el amor lo puede todo.

-Al dormir, mis sueños lo traen solo quiero verlo a él- Siguió aún cuando se recostó en el piano- ¡Dale!

El fondo cambió a unos coristas cantando a pulmón.

-¡Yo quiero un héroe!

***

-Muy bien grandulón ¡Hay que arruinarles su fiesta!- Hablaba Jimin en el hombro de Mongo, una galleta de jengibre gigante.

La galleta avanzaba hasta llegar a la puerta del palacio de Muy Muy Lejano.

Los guardias del palacio prepararon las catapultas donde pusieron una bola de fuego y se la lanzaron directo a Mongo, grave error.

¡Yo quiero un héroe!

Esperaré por un héroe hasta que el día llegue haber

La gran bola de fuego había caído en una de los botones de gomita de la gran galleta, causando que es se tambaleará y los botones se cayeran.

-No los botones de gomita- Habló Genji que estaba en el hombro de Jimin.

Que la eternidad

Mongo se enojó con lo sucedido, así que con sus fuerzas dio un grito de enfado, luego como si fuera una pelota de fútbol, pateó la gomita que tenía fuego directo a los guardias. Estos tuvieron que esconderse para que no le den directo.

-¡Wow! Son bombazo.

***

A la medianoche, en mis fantasías vi

La pareja de casados estaban bailando al compas de la música, aunque Jeongyeon no se sentía cómoda por como estaba actuando Jimin, hasta la perseguía para bailar con rosa en boca.

𝓞𝓷𝓮-𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓙𝓮𝓸𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora