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Jeongyeon corría por los pasillos de su escuela, no quería llegar tarde otra vez, otra falta y sus padres la castigarían.

Entro como un rayo a su salón y sorprendentemente aún no estaba su profesor, sus compañeros se voltearon a verla pero luego siguieron con sus cosas, una de sus amigas alzo la mano y señaló el asiento a su lado, ella rápidamente corrió y se sentó a su lado.

-Creí que no llegarías- Susurró.

-Yo también.

-Tienes suerte de que el profe haya salido por algunas hojas.

Su clase continuó con normalidad, pero ella se estaba distrayendo mirando a cada rato el reloj, por más que estaba en clase ella deseaba poder salir de una vez. Cuando al fin termino una clase ella salió corriendo de ahí hacía una cafetería, aunque sabía que aún faltaba para terminar el día de clases.

Finalmente el momento llego y por más que quería irse de una vez, acompaño a su amiga a su hogar porque según ella se sentía protegida a su lado, así que para que ella se sintiera segura la acompañaba.

Una vez dejándola en su casa corrió a la suya con desesperación, no podía esperar en llegar a su hogar y leer. Llegando finalmente a su hogar fue directo a su buzón y saco todas las cartas que había, leyó el destinatario mientras entraba a su hogar, cuando finalmente encontró lo que quería boto las demás cartas en la mesa.

-¡Ya estoy en casa!

-¡Ya me di cuenta!- Respondió una de sus hermanas mayores desde su habitación, Seungyeon, que se quedó en casa por estar con gripe o eso dijo.

Sin importarle eso, se fue corriendo a su cuarto aún con la emoción en su rostro y con mejillas rosadas. 

En el momento en que entro tiro todas sus cosas y se lanzó a su cama, con delicadeza abrió la carta y rápidamente comenzó a leer el contenido sin quitar su sonrisa de su rostro. Cuando leyó una parte, rápidamente comenzó a pegar gritos, hasta comenzó a saltar en su cama.

-¿¡Qué sucede!?- Gritó su hermana que pateo la puerta para entrar y averiguar el porque de los gritos de su hermana menor.

-¡Vendrá! ¡Vendrá a visitarme!

-Ah ¿Por eso gritas?- Preguntó ya más calmada.

-¿No ves que es importante?

-Bueno ¿Cuándo dijo que vendría?

-Este sábado, vendrá este sábado.

-Bien ¿Quieres que te ayude?- Preguntó acercándose y sentándose en su cama- Eomma y appa no saben que tienes una relación, así que será mejor que prevengamos.

-¿Me ayudarías?

-Obvio, lo haré. Pero ya sabes, sí este tipejo te rompe el corazón, solo dime y viajaré a Busan para ver que con los Yoo no se mete.

La menor sonrió y se acercó para abrazar a su hermana, que acepto el abrazo.

***

Ya era sábado y gracias a la ayuda de su hermana logró ir al punto de reunión donde se volvería a verse con él, ella tenía algo importante que decirle, así que con más razón ella estaba esperando su llegada.

Algo en que tenían en común era el de ser "Idols" un sueño casi inalcanzable pero ambos querían realmente ser parte de esa industria. Y Jeongyeon lo había logrado, sí, era 2010 y solo tenía 14 pero lo había logrado.

Con esos pensamientos finalmente vio su silueta acercarse, con una gran sonrisa alzo sus manos indicando donde se encontraba.

-¡Jimin!- Gritó su nombre, a lo cual este respondió con una sonrisa.

𝓞𝓷𝓮-𝓼𝓱𝓸𝓽𝓼 𝓙𝓮𝓸𝓷𝓰𝓶𝓲𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora