¡OH! Andrés © [PAUSADA]

➿ Capítulo 10 ➿

➿ Situaciones ➿

12 Noviembre

Hoy era miércoles y hace unos días fue la fiesta de Andrés. No había vuelto a hablar con él, pero sí con Jesús, quién me dijo que Andrés estaba desaparecido desde el sábado ya que no lo podía localizar por ningún lado.

Edward había regresado el domingo a su universidad y no lo volvería a ver hasta el veinte del siguiente mes. El mismo domingo hice el trabajo con Mich, quién luego me acompañó a pasear a Venus al parque. Allí no vi por ninguna parte a Andrés lo cual me pareció peculiar. En ese paseo le conté a Michael sobre la fiesta y de todo lo que había pasado con Andrés.

Mich me había felicitado, creyó que no me contendría y terminaría follando con Andrés en ese baño, pero luego lo comprendió. Cuando le mencioné lo de las drogas, simplemente me interrumpió diciendo que él era el drogadicto y quién estaría cometiendo un error al gustar de la persona sería yo. Al principio no había entendido su arranque, pero al él decirme que tuvo un novio que era igual, entendí que todo había terminado muy mal.

Hace una hora Michael y yo habíamos presentado nuestro trabajo, al profesor le encantó y tuvimos excelente puntuación. Por motivo de celebración, nos fuimos al centro comercial a pasar el resto de la tarde. Mich compró unos dulces y nos los comimos sentados en la orilla de la fuente de agua.

Después caminamos por el lugar viendo las tiendas y comprado alguna que otra cosa. Justo ahora eran las ocho y veinte, sabíamos que el centro comercial cerraría en cuarenta minutos, por lo que aprovechamos de cenar antes de tener que irnos. Habíamos ordenado unas hamburguesas, dentro de poco nuestra orden estaría lista y pronto nos la traerán.

Un chico vestido con delantal, se acercaba a nuestra mesa con una bandeja llena de hamburguesas. Me levanté para tomar la bandeja, pero un tipo lo trompezó e hizo que el chico se resbalara y que me estrellara la bandeja en el pecho.

- Imbécil, ¿Qué a caso no te fijas por dónde vas?- Michael le vocifero al tipo que tropezó, quien se giró a vernos ligeramente asombrado.

Ayudé al chico a levantarse y él se disculpó conmigo antes de ver a quien lo trompezó.

- ¿No veías que estaba ocupado? El pasillo es bastante ancho, ¿Justamente tenías que pasar por dónde yo lo hacía? Mira lo que me hiciste hacer, perdóname cariño, de verdad perdóname, pero hay imbéciles que creen que todo el espacio es de ellos- lo miró molesto.

- No te preocupes, no fue tu culpa, tranquilo vete antes de que te llamen la atención, nosotros nos entenderemos con él- el chico agradeció y se marchó hacía su puesto de trabajo- Bien idiota, más te vale que nos pagues la comida ¡Oh! Y también mi ropa- me crucé de brazos, esperando a que el rubio me respondiera. Creía haberlo visto antes pero no estaba segura. Giró completamente su vista a mi y jadee sorprendida, era el nuevo vecino de la casa treinta.