➿ Capítulo 19 ➿

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➿ Buenos amigos ➿

22 Noviembre
01:38pm

—He venido hacer una denuncia en contra de Julián Truce —declaré con firmeza.

—Su identificación por favor —le entregue lo pedido y enseguida el policía tecleo mis datos en su ordenador —Bien, ¿Cuáles son los cargos a demandar? —me miró atento.

—Acoso sexual —al decir aquello sentí un peso menos, además de sentir como Andrés sujetó mi mano.

—¿Hace cuánto tiempo sucedió el hecho? —suspiré.

—La noche de ayer —el oficial tecleo.

—Sabe que para hacer una denuncia en contra de alguien, debe tener pruebas y testigos —asentí comprensiva.

—Lo sé, pero haré dos denuncias en su contra, ambas por la misma sentencia, en diferentes fechas —me miró curioso.

—¿Cuándo fue la primera vez? —miré a Andrés y luego al oficial.

—Hace dos años —volvió a teclear.

—¿Y porqué no hizo la denuncia en ese momento? —trague un poco incómoda.

—Por temor, señor oficial —el asintió con pena.

—Bien, ¿Tienes pruebas que valide el primer acto? —asentí. Le entregué el sobre amarillo. El policía abrió el sobre y sacó de él las fotos que adentro contenía. Las observó con detenimiento y luego me observó —¿Usted fue sometida o golpeada antes, durante y después del acoso sexual? —asentí lentamente —Bueno, necesitaré una declaración jurada del primer acto y un testigo que lo confirme —asentí nuevamente.

—Realizaré la declaración y mi testigo es Mónica Donelly —el anotó el nombre de mi tia.

—Con respecto al segundo acto, supongo que el caballero a su lado es el testigo —asentí —Bien, ambos harán una declaración jurada de cómo sucedieron los hechos —asentimos de acuerdo.

Luego de ello, el oficial nos guió hasta una habitación, de primero entré yo, mientras que Andrés aguardaba afuera por su turno; adentro había una mujer oficial esperándome sentada frente a una mesa de hierro.

—Buenas tardes señorita Donelly, soy la oficial Méndez, yo tomaré su declaración por lo que debe hablar con la verdad y nada más que con la verdad —levanté mi palma derecha.

—Lo juro —la oficial asintió y esa fue la señal para que yo baje mi brazo.

—Bien, el oficial Rodríguez me informó de su denuncia, yo la escucharé en todo lo que usted diga sobre los acosos sexuales —asentí —Tome asiento por favor —hice lo que me pidió,  quedando frente a ella. Pulso un botón en una grabadora y además cogió lápiz y papel —Puede comenzar —respiré hondo antes de comenzar.

—Hace dos años, específicamente el quince de marzo, cumplía el primer año de noviazgo con en ese entonces mi pareja Julián Truce, después de tener una cena pacífica en el restaurante Flo L'vo, me subí a su auto creyendo que iría a dejarme a mi casa, pero en su lugar me llevó al hotel Bloou. Yo estaba un poco nerviosa pero no lo demostré, el pidió una habitación, recuerdo que era la B12. En la habitación estaba todo decorado con rosas y velas, al momento de sentir su primer toque, me tense. Julián me decía que me quería todo el tiempo y en el momento en el que me pidió la prueba de amor, realmente me incomode —me miró curiosa.

—¿Porque razón se sintió así? ¿No se sentía a gusto con su pareja? ¿Que hizo usted cuando él le pidió eso? —sonreí con amargura.

—Yo inmediatamente me negué, sabía a lo que se refería y yo no me sentía lista para dárselo. Él me dijo que como sería mi primera vez debía estar nerviosa y que él lo entendería —asintió, incitándome a continuar —Me doblegó, me decía cosas para intentar convencerme pero realmente me lastimaban sus palabras, me daba apretones y me mordió más de una vez, dejándome las marcas de sus dientes e incluso sacarme sangre para intentar relajarme, pero eso sólo aumentó mi miedo —suspiré con pesadez —Cuando le dije que realmente no estaba lista para hacerlo, me golpeó en el rostro, provocando que me diera de lleno con el suelo, luego me patio algunas veces, mayormente en mi estómago y espalda —respiré hondo. Recordar y decir lo que viví, era muy duro —Cuando se aburrió de eso, me lanzó a la cama y como en la habitación habían velas, él vertió en algunos lugares de mi cuerpo su líquido caliente, quemándome y dejándome cicatrices —inconscientemente me acaricié la única marca que dejó cicatriz, en el interior de la muñeca.

¡OH! Andrés © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora