¡OH! Andrés © [PAUSADA]

➿ Capítulo 23 ➿

➿ Andrew ➿

Alerta+🔞

—Hijo, que gran alegría me llena de tenerte aquí —lo abrazó, aún así Andrés no me soltó de la mano y su padre al parecer lo notó —Andrés, ¿Y ésta hermosa dama a tu lado, no la presentarás? —sonreí tímida.

—Padre ella es Kate Donelly, mi novia, hermosa te presento a mi padre, Anthony Sprouse —el hombre me cogió de la mano libre y dejó un beso en el dorso.

Okey aquí todos tienen nombres por la A

—Es un gusto conocerlo, señor Sprouse —me hizo una seña para que me detuviera.

—Anthony, solo llámame Anthony, señor Sprouse me dicen mis empleados, nadie más y tú no serás la excepción —guiñó.

—Esta bien señor... digo Anthony —sonrió complacido.

—Un momento... ¿Escuché mal o en realidad dijiste Donelly? —miró a su hijo con curiosidad, quien asintió —¿Eres hermana de Edward? —asentí —Ya veo, creí que entre ustedes nunca se mezclaban con otro miembro de la familia de manera más que amistosa —Andrés iba a hablar pero me le adelanté.

—Mi hermano es un chapado a la antigua, que pretende tenerme siempre encerrada en una torre, pero todos somos libres de tomar nuestras propias decisiones y tentar al destino —el hombre sonrió con sorna, al igual que su hijo.

—Sin duda, no te pareces en nada a tu hermano, son muy diferentes y eso me... —iba a seguir hablando, pero escuchó a alguien llamarlo.

—Querido, con que aquí estabas —Angélica nos observó de pies a cabeza, más específicamente a mi —Vaya, al parecer tu noviecita logró vestirse un poco adecuada para la ocasión —Andrés me observó detalladamente y luego me hizo dar una vuelta.

—Disculpa madre, pero ella está increíblemente hermosa, no como otras —dijo lo último mirándola despectivamente —Pero igual estás hermosa, madre, a tu manera —me reí internamente. Ella iba a reprocharle, pero su esposo le besó la mejilla, interrumpiendola.

—Ambas están hermosas, cada una a su manera, pero aún falta una mujer, ¿Dónde está Andrea? —dicho eso, la susodicha apareció tras salir de la cocina, con un vestido azul cielo, ceñido hasta la cintura y del resto para abajo, holgado y de un azul más oscuro —Mi pequeña, que hermosa estás —ella llegó a su lado y lo abrazó brevemente, dejando un beso en su mejilla.

—No perdamos más tiempo y vamos a por las fotografías —Andrés suspiró a mi lado y luego todos perseguimos a su madre hasta el patio, lugar que estaba increíblemente decorado con muchas luces de navidad, mesas y sillas vestidas, un gran festín al fondo y un stand de fotos. Al que nos dirigimos, por supuesto. Enseguida llegó un fotógrafo con su equipo —Bien, Andrea a mi lado y Andrés al lado de tu padre —ambos hicieron lo pedido, incluyendo que Andrés me jalo con él —Querida, ¿Yo en algún momento te mencioné? Digo, porque estás aquí posando —mordí el interior de mi mejilla.