➿ Capítulo 35 ➿

36 1 0
                                    

➿ Incógnita ➿

26 Diciembre

—La corte declara culpable al ciudadano Julián Truce por una sentencia en la prisión federal del estado, de dos años y cuatro meses, más una fianza de quinientos mil dólares, caso cerrado —un suspiro de alivio abandona mi boca al escuchar al juez.

—¡Yo no soy culpable de nada! —me giré alarmada al escuchar a Julián levantar la voz. Enseguida unos policías lo inmovilizaron y lo esposaron, al mismo tiempo que el se intentaba liberar, hasta que en un momento me miró de una manera que nunca antes lo había hecho —Eres una maldita, nunca serás felíz con nadie que no sea yo —sonrió lleno de malicia, los policías lo comenzaron a movilizar hasta una puerta, pero logró detenerse para mirarme directamente —Siempre serás mía, Kat —declaró con burla, una declaración que me levanto hasta los pelos de los pies.

Dicho eso, los policías lo sacaron del tribunal y las personas comenzaron a abandonar el lugar, yo seguía sentada en mi lugar analizando sus palabras.

Lo bueno de toda esta situación, es que ya no será un problema para mí, ahora todo depende de mí progenitor.

—Señorita Donelly, lo hemos logrado —escuché a la abogada hablarme y fue que volví en sí —¿Se encuentra bien? —sonreí triunfante.

—Me siento perfectamente bien y es por ello que debo agradecer por su labor tan impecable, obtuvimos lo deseado y le doy las gracias —asintió despreocupada, ambas estrechamos las manos y antes de soltarnos, me incliné un poco —Hoy mismo obtendrá lo acordado —sonreí al separarnos y ella me imitó.

De repente, unos brazos me rodearon la cintura y me alzaron brevemente robándome una sonrisa, al dejarme en suelo firme me hizo girar y contemplarlo con una radiante sonrisa.

—Esto debemos celebrarlo, ¿No crees? —sonreí y lo abracé por el cuello hasta apoyar la barbilla en su hombro.

—Como quisiera celebrarlo justo ahora, pero sabes que debo ir a trabajar —alcé el rostro hasta mostrarle un puchero —A menos de que consigamos un lugar más privado —una sonrisa coqueta me es otorgada de su parte.

—Eso es algo que te puedo conseguir muy fácilmente —bajé una mano hasta su entrepierna y disimuladamente le di unas caricias.

—¿Y que estamos esperando? —sonreí con sorna al verlo tragar grueso.

No pasó un segundo más, cuando me cogió de la mano y me sacó apurado del tribunal, caminamos entre risas por los pasillos del lugar hasta adentrarnos a una habitación del conserje, bien apartado, donde haríamos mil y un cosas sucias.

➿ ➿ ➿

1 Enero
02:36am

Acaricié su torso desnudo, mientras sentía su mirada sobre mí. Aún mi cuerpo sentía esa corriente divina que me abarca después de haber estado juntos hace unos minutos, aquí en su cama, desnudos, cada uno metido en sus pensamientos.

—Kat... —hice un sonido con la boca para hacerle saber que lo escuché —Tengo una duda que me carcome desde hace unos días —alcé la mirada curiosa.

—¿Y que podrá ser eso? —murmuré, pues afuera de su casa, se escucha la música de otras casas, festejando el año nuevo.

Se giró sobre su costado, de modo que quedamos frente a frente.

—¿Quién es Maxi? ¿Y por qué su padre te llamó? —al escuchar las palabras salir de su boca, instantáneamente me trasladé hasta el momento y el lugar de los hechos.

¡OH! Andrés © [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora