𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]

Chapter Sixteen

AZKABAN era conocido por jugar trucos en las mentes de los prisioneros. Hubo muchas noches donde Sirius se encontró fuera de las paredes de la prisión, abrazando a Charlus en frente del fuego rugiente de la chimenea. Hubo momentos donde podía jurar que escuchaba las voces de sus seres queridos, tan claros como el agua, llamándolo. Pero cada vez, resultaba ser un truco y Sirius se encontraba atrapado en la celda una vez más.

Parecía que Azkaban quiso jugarle el más cruel de los trucos, presentando a Charlus en frente de él. Sirius no quería que Charlus lo viera en ese estado, demasiado avergonzado de lo que se convirtió. Y aun así, ahí estaba la imagen de Charlus, acariciando con cuidado la cara de Sirius, disculpándose. ¿De qué debía disculparse? Decía que llegó tarde, pero Sirius sabía que todo era su culpa.

Había llegado muy tarde para salvar a Charlus, para salvar a Lily y a James, y para salvar a Harry de un destino desconocido. Era él el que debía disculparse, y sin importar cuántas veces lo gritara en la oscuridad de su celda, nada cambiaba. Todos estaban muertos y Sirius era el único al que se debía culpar.

Y justo cuando iba a aprovecharse de la situación y liberarse de su prisión mental para siempre, Azkaban supo cómo atraparlo de vuelta. Usó a Charlus en su contra, queriendo que creyera que su difunto esposo no estaba muerto en realidad, pero ahí en frente suyo. Pero Sirius lo sabía, que no iba a durar. Tan pronto como se permitiera sentir un poco de felicidad, se la arrebatarían en un parpadeo.

Si hubiera caído y muerto como planeó, todo habría terminado.

A Sirius le dolió apartar a Charlus, pero sabía que no era el verdadero. No había forma de poder reunirse con el Charlus verdadero; miró sobre su hombro una vez más hacia la ventana. Iba a girarse, pero sintió manos aferrándose y manteniéndolo en su lugar.

—¡No! ¡Detente! —gritó—. ¡Déjame ir!

Sirius creía que era un dementor que intentaba mantenerlo ahí para alimentarse. No caería en las ilusiones de felicidad. Era un truco, para que sintiera un poco de alegría antes de que se la succionaran.

—Sirius, necesito que te calmes antes de que te lastimes. Soy yo... Charlus...

—¡CHARLUS POTTER ESTÁ MUERTO!

Por un momento, Charlus se quedó quieto después de que Sirius lo empujara. No sabía cómo manejar la situación cuando Sirius entró en pánico. Aunque Charlus estuviera en frente de él, no podía creerlo y Charlus pudo ver una pizca del daño que había sufrido Sirius desde que fue encerrado.

Miró hacia Fudge y al Auror que estaba con Peter detrás. Fudge se veía completamente aterrorizado ante la posibilidad de que Sirius intentara atacar. Por otro lado, el Auror parecía listo para intervenir si Sirius se entusiasmaba demasiado para su gusto. Sirius ya estaba en un estado frágil, y Charlus sabía que cualquier confrontación empeoraría todo.