𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]

Chapter Four

ALICE NO RESPONDIÓ. De hecho, no respondió a nada de lo que Charlus le decía. Continuó caminando por su habitación hasta que fue rodeada por Sanadores que intentaron controlarla. Charlus les gritó que se detuvieran, que la dejaran sola porque estaba más que bienvenida a visitarlo. Había sido una de sus amigas en la Orden, una amable alma que siempre promovía la idea de que Charlus era más fuerte de lo que otros pensaban.

Sin embargo, los Sanadores no lo escucharon, y Charlus pudo sentarse sobre el borde de su cama. No tenía la fuerza suficiente para ponerse de pie aún, pero al menos podía hacer algo como eso.

—Déjenla en paz —demandó—, ¡puede quedarse!

Maeve entró en la habitación mientras Charlus aún gritaba que dejaran a Alice. Rápidamente se le acercó, bloqueando su vista a pesar de que él intentó moverse para ver.

—Escucha, les dije que la dejaran —dijo—, es una amiga. Está bien...

—Charlus, no está bien —intervino Maeve—. Lo siento, pero hay muchas cosas que aún no comprendes. No es tu culpa, pero las cosas ya no son ta simples. Quien conociste como Alice en la Orden y quién estás viendo ahora mismo, no son la misma persona.

—¿De qué carajo estás hablando? —su mano se movió para hacer unos cuernos en su enojo—. Ésa es Alice...

Cuando Maeve se sentó a su lado una vez más, Charlus supo que iba a decirle algo que no le iba a gustar. Sabía que no era su culpa, pero desde que se despertó, todo lo que Maeve le había dado eran malas noticias. No quería saber más malas noticias, ¿no había tenido suficiente castigo?

—Físicamente —dijo Maeve—, tienes razón, ésa es Alice. Pero mentalmente, no está ahí. No está al tanto de quién es, o de quiénes son los demás. Está atrapada en este estado, uno que no puedo empezar a describir porque no estoy en sus zapatos. Pero no es la misma persona que conociste. Cambió debido a lo que le pasó, y a veces, puede ser peligrosa para sí misma y para otros si no es monitorizada de cerca.

Charlus mordió el interior de su mejilla, sin querer volver a llorar.

—¿Qué... Qué le sucedió? ¿Dónde está Frank? ¿Qué hay de Neville? ¿Acaso...? Oh, Merlin. ¿Qué mierda? ¿Qué sucedió?

—Quizá sea mejor hablar de esto en otro momento, Charlus. Ya te he abrumado mucho con información. No has estado despierto por mucho tiempo, deberíamos enfocarnos en que te mejores. Es momento de que te recuperes.

—¿Qué importa ahora? —preguntó—. Mi hermano está muerto, nadie sabe dónde está mi sobrino, mi esposo está en Azkaban y quienes alguna vez conocía no responden. ¿Cuál es el punto de recuperarme? ¿Qué vida me espera ahora?

Maeve asintió.

—No se volverá más fácil, ¿sabes? Lo que te diré no es algo fácil de digerir.