Chapter Forty-Two

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SIRIUS NECESITABA ESCAPAR de Grimmauld Place y para hacerlo, se ofrecía como voluntario para ir a husmear por el Callejón Diagon por las últimas noticias

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SIRIUS NECESITABA ESCAPAR de Grimmauld Place y para hacerlo, se ofrecía como voluntario para ir a husmear por el Callejón Diagon por las últimas noticias. Con la bendición de Petunia para llevarse a Harry de donde los Dursley, pensó que no necesitaban esconderse más, pero Charlus quería tener cuidado. Quizá Sirius no analizaba la situación tanto como su esposo lo hacía, pero no creía que hubiera algo que Dumbledore pudiera hacer. Sin embargo, Charlus no era alguien que dejara espacio para posibilidades, debía cubrir todas su bases antes de continuar.

Y solo con una hora en el Callejón Diagon, en su forma animaga, Sirius se enteró de que Dumbledore había recibido una citación judicial para la corte de Wizengamot. El artículo de Rita Skeeter estuvo en todas partes, y brujas y magos de todos lados estaban cuchicheando sobre ello. Se había esparcido el rumor de que Dumbledore había estado al tanto de la horrible situación de Harry y no había hecho nada sobre ello. La gente del mundo mágico estaban furiosos, porque aún como un niño, Harry era considerado el salvador al ser el Niño Que Vivió.

Sin estar consciente de la protección que hizo el sacrificio de la vida de Lily, la gente asumió naturalmente que, incluso como un bebé, Harry había sido lo suficientemente fuerte para vencer a Voldemort. ¿Así que por qué permitiría Dumbledore que el Niño Que Vivió fuera lastimado conscientemente? Entonces, los rumores y teorías se estaban esparciendo como pan caliente con algunas personas asumiendo atrevidamente de que Dumbledore estaba involucrado, de alguna forma, en trabajar con Voldemort.

—¿Cuándo ibas a decirme que ibas a llevar a Dumbledore a corte? —le preguntó Sirius a Charlus cuando regresó. Dejó la copia del Diario del Profeta en la mesa donde Charlus estaba sentado.

Mirando el diario, Charlus lo empujó a un lado.

—No estamos llevando a Dumbledore a corte —le dijo—. Es solo una precaución. Le escribí a Amelia Bones hace unos días, explicándole la situación. Es parte del Wizengamot. Leí una de sus entrevistas en el Profeta después de que desperté. Estaba trabajando en pasar leyes que ayudarían a los nacidos de muggles y a sus familias a comprender mejor el mundo mágico, en lugar de esperar a que atendieran Hogwarts. Pensó que podría mejorar las vidas de los niños.

—¿Qué tiene que ver eso con nuestra situación? —preguntó Sirius.

—Claramente, es una gran defensora del bienestar de los niños —le dijo Charlus—, naturalmente actuaría si se enterara de que un niño estaba en un mal ambiente. En especial si era un niño propenso a magia accidental que también ponía en peligro a los muggles. Puede que haya exagerado un poco una cosa aquí y allá para que se viera más urgente, pero es obvio que captó su atención. Lo suficiente como para que Dumbledore tenga un juicio.

—¡Pero dijiste que no lo llevaríamos ante la corte!

Molestándose un poco, Charlus suspiró.

—¡Y no lo haremos! No hay punto en hacerlo porque Dumbledore va a ganar. Según Rita, tiene los suficientes miembros en Wizengamot dispuestos a estar de su lado sin importar lo que haya hecho. Es el Jefe Supremo de la Confederación Internacional de Magos. Y para llegar a esa posición, debes tener la mayoría de votos del Wizengamot. No busco ganar contra él de esa forma.

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora