Chapter Thirty-Four

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DUMBLEDORE TENÍA OJOS Y OÍDOS EN TODAS PARTES y Charlus estaba seguro de que tendría a algún tipo de informante trabajando en Gringotts

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DUMBLEDORE TENÍA OJOS Y OÍDOS EN TODAS PARTES y Charlus estaba seguro de que tendría a algún tipo de informante trabajando en Gringotts. Pero en realidad, si iban a sobrevivir mientras escapaban, era mejor que tuvieran tanto dinero como les fuera posible. No había forma de saber a dónde irían después de Grimmauld Place, porque Maeve aún no podía confirmar la idea. Entre la fortuna de la familia Potter y la herencia que el tío de Sirius, Alphard, le dejó, había más que suficiente para vivir cómodamente por un tiempo.

Y quería darle una oportunidad a Maeve de ir por su dinero también, después de todo, trabajó duro por éste y sería una lástima dejarlo atrás. Pero Sirius y Charlus se sorprendieron al ver que no eran los únicos con una fortuna a su nombre.

El duende que los acompañó no se vio complacido con la idea de que tres personas sacaran todos sus ahorros, sobre todo cuando eran de las cuentas más grandes. Cuando se les preguntó por qué sacaban todo su dinero, Charlus notó la sospechosa mirada en el rostro del duende, pero aclamaron que se estaban mudando y necesitaban reacomodar su dinero en un banco local para que fuera más sencillo extraerlo.

De mala gana, el duende no tuvo otra opción más que llevar sus respectivos clientes a sus bóvedas. Sirius fue el primero, siempre agradecido por la amabilidad de su difunto tío, porque Alphard Black le dejó su parte de la fortuna de la familia Black cuando murió. Y se arriesgó a ser desheredado post-mortem por su propia hermana. Tras vivir con los Potter, Sirius siempre se sintió culpable cuando Fleamont y Euphemia gastaban dinero en él, aunque nunca tuvieron problemas económicos. Y tener su propio dinero alivió su mente tras Hogwarts, sobre todo al entrar de lleno en la guerra.

Charlus sabía que su hermano y él crecieron privilegiados gracias a la fortuna de la familia Potter. Y aunque fueron muy mimados, consiguiendo todas las cosas que pedían, se dieron cuenta muy temprano que no todos tenían su misma suerte. Peter fue el primer ejemplo de alguien que creció con poco dinero a su nombre, y fue una experiencia muy humilde cuando un año dijo que su madre no podía pagar los libros del año siguiente.

Naturalmente, todos quisieron ayudar pero de repente, Charlus y James no vieron la necesidad en gastar tanto dinero. Se dieron cuenta de que las cosas que querían no eran siempre lo que necesitaban y aunque era agradable gastar dinero aquí y allá, no debían hacerlo todo el tiempo.

Pero cuando fue el turno de la bóveda de Maeve, Sirius y Charlus debían admitir que tenían curiosidad por ver cuánto dinero había acumulado desde que se volvió Sanadora. No era un secreto que ser Sanador era un trabajo que pagaba bien, en especial porque tenían alta demanda. Pero al salir del carro para entrar a su bóveda, los hombres se quedaron sin habla. Aparentemente, los Sanadores hacían mejor dinero de lo que pensaban.

—¿Cuántas horas extra hiciste en San Mugo? —preguntó Sirius, haciendo reír a Maeve cuando salieron del banco—. ¿O me estoy perdiendo de algo?

—Bueno, ojalá pudiera decir que gané todo ese dinero por mí misma, pero eso sería una mentira —respondió Maeve—. La verdad es que, les dije que mi padre se volvió a casar, y mi madrastra viene de una familia rica. Cuando me iba a ir de casa, estaban preocupados de que no consiguiera trabajo pronto, no por mis habilidades, sino porque no tenía el nombre de una escuela famosa que me siguiera. El nombre de Beauxbatons y Hogwarts tiene más peso que ser educada en casa. Por eso me enviaron con dinero, por si acaso.

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora