Chapter Twelve

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EL JOVEN PERCY WEASLEY no entendía por qué el hombre desconocido continuaba mirándolo

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EL JOVEN PERCY WEASLEY no entendía por qué el hombre desconocido continuaba mirándolo. Nunca había visto al hombre en Hogwarts, pero juzgando por el desprecio en su rostro, no estaba feliz de ver a Percy. Dando un paso hacia atrás, Percy miró a la profesora McGonagall para que interviniera o al menos dijera algo. Parecía estar intentando recuperar la atención del hombre, agitando una mano en frente de su rostro, pero su mirada no se desvió.

Aunque Percy se emocionó por tener la responsabilidad de requerir la presencia de la profesora McGonagall por parte del profesor Snape, su felicidad se esfumó.

—¿Debería volver y decirle al profesor Snape que tiene un invitado? —preguntó, esperando poder irse pronto—. Puedo decirle que...

Antes de que Percy continuara, el hombre se levantó y tomó su varita. Sintiéndose frío de repente, Percy perdió la habilidad para moverse de su lugar. Estaba congelado de miedo, con la excepción del temblor de su cuerpo. McGonagall le dijo que se detuviera, pero no pareció oírla ni un poco, apuntando a Percy con su varita.

—Se...se... señor —tartamudeó Percy—, ¿qué está haciendo?

—No te muevas.

Cerrando los ojos, Percy esperó que McGonagall lo detuviera a tiempo, pero los abrió de nuevo al sentir que Scabbers bajaba por su túnica.

—Scabb... —Percy no pudo llamar a su mascota al ser empujado a un lado por el hombre que salió corriendo fuera de la puerta.

Al principio, Charlus no se movió de donde estaba, en shock por recibir esas noticias. Sin embargo, se paralizó, mirando la rata en el hombro del chico. Se sentía ridículo afirmar que esa rata era Peter Pettigrew, pero Charlus estuvo ahí la noche que James, Sirius y Peter lograron transformarse en animagos. James era un orgulloso ciervo, imponiéndose sobre los otros en altura. Sirius, por supuesto, apareció ser el leal acompañante canino que le quedaba muy bien. Y luego estaba Peter, que los sorprendió porque esperaban ver a otro robusto animal a su lado.

Recordó lo molesto que se sintió Peter al inicio por ser una rata, porque no creía poder ser de ayuda para Remus. Pero fue James quien le aseguró que encontrarían un papel para él, y lo hicieron.

El rol de Peter era crucial para los Merodeadores, porque Peter era el único lo suficientemente pequeño para pasar por el nudo del Sauce Boxeador, permitiéndole inmovilizar al violento árbol. Debajo, había un pasadizo secreto del terreno del castillo que los llevaría a Remus. Había sido más que crucial para el grupo, James los consideró, en un punto, a todos como sus hermanos.

Y aun así, si Charlus tenía la razón en sus estrafalarios pensamientos, James fue traicionado por uno de sus hermanos, y si estaba equivocado, aún así fue traicionado por uno de sus hermanos.

Tomó su varita, ignorando la mano agitándose en frente de su rostro, con McGonagall intentando desviar su atención. No apuntó al niño, sino a la rata. Una rata ordinaria no habría sentido el peligro, era solo un palo apuntándolo en la habitación.

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora