Chapter Nine

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BATHILDA BAGSHOT acunó el rostro de Charlus en sus manos, inclinando su cabeza para poder usar su buen ojo y darle una buena mirada

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BATHILDA BAGSHOT acunó el rostro de Charlus en sus manos, inclinando su cabeza para poder usar su buen ojo y darle una buena mirada. Era como ver el rostro de su viejo amigo, Fleamont, y una amarga sensación la llenó. De todas las personas que vinieron a ver las ruinas de la casa de los Potter, la última que esperó que se presentara era Charlus. No se atrevería a admitirlo en voz alta, pero había pensado que el estado de Charlus era igual a la muerte, que estaba perdiendo sus días en San Mugo.

En su compañía estaba una mujer, una que Bathilda no conocía, pero cualquier amigo de los Potter, era un amigo suyo.

—Maeve —habló Charlus—. Quiero que conozcas una vieja amiga de la familia, esta es Bathilda Bagshot.

Lo dijo casualmente, como si se tratara de cualquier otra mujer, pero el nombre era familiar para todos aquellos que decidieron prestar atención en Historia de la Magia. Notó de inmediato por los ojos de Maeve abiertos como platos que no había esperado conocer a alguien con tanta fama.

—¿Bathilda Bagshot como la Bathilda Bagshot? ¿La autora de Hogwarts: Una Historia e Historia de la Magia?

—Sí, niña —rió Bathilda—, ésa sería yo. Aunque hace mucho que no escucho que alguien hable de mí con tanto honor. Usualmente lo que sigue a mi nombre es "¿sigue viva?" o "Me pregunto qué hace ese vejestorio estos días".

—Perdón, señora Bagshot —Maeve agachó la cabeza—, es solo que he leído todos sus trabajos, incluido El Oráculo de Polombo. Es un honor conocerla. No tenía ni idea de que vivía por aquí.

—Oh, he estado en el Valle de Godric por un buen tiempo —respondió Bathilda—, lo suficiente para ver a este de aquí pasar de usar pañales a cambiar los pañales de su sobrino.

Charlus no estaba prestando atención a la conversación entre ambas, manteniendo su mirada sobre su viejo hogar. Eventualmente, las abandonó y cruzó la reja para ir hacia lo que quedaba del frente. Maeve fue a detenerlo, pero Bathilda levantó una frágil mano, interrumpiendo sus acciones.

—Déjalo ir —dijo Bathilda—, es su hogar.

—Puede ser peligroso —objetó Maeve—, quién sabe qué será lo próximo que caerá después de haber sido abandonada por tanto tiempo. Podría herirse y solo ha estado fuera del hospital por muy poco tiempo.

Aunque no concordara con ello, parecía que su opinión no importaba, porque Charlus ya había entrado a la parte principal de la casa que continuaba de pie.

—He estado cuidado este lugar desde que sucedió —explicó Bathilda, ambas estaban mirando a Charlus—, desde que el Ministerio lo dejó como un monumento para marcar el día en que sucedió. Pensé que era de poco gusto, honestamente. Las estatuas de James y Lily con su niño era suficiente, no debían mantener la casa en estas condiciones. Pero qué sé yo, solo soy una vieja loca para ellos a este punto. Y desde que decidieron dejar la casa, he estado alejando a los adolescentes que mantienen por aquí en mis tardes.

𝐓𝐡𝐞 𝐆𝐮𝐚𝐫𝐝𝐢𝐚𝐧 ⟶ Harry Potter AU [ESPAÑOL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora