❝Si con mi vida o con mi muerte puedo protegerte, lo haré.❞
El Elegido es secuestrado de la casa de los Dursley y resulta ser lo mejor que le pudo haber pasado.
Obra original de kmbell92.
Yo sólo traduzco.
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GARRICK OLLVIANDER estaba más que feliz de ver a Sirius Black cuando éste llegó a su tienda de varitas exactamente al medio día. Abrió la puerta, dándole la bienvenida a Sirius dentro para escapar el clima frío. Y a pesar de haber pasado seis años en Azkaban, parecía que el poco tiempo que llevaba afuera le había hecho bien, viéndose relativamente saludable. Había color en su rostro, sus ropas estaban limpias y se veía feliz, aunque un poco nervioso en presencia de Garrick.
Sirius no había estado en la tienda desde que era un niño. Su primera experiencia con Ollivander fue en compañía de su madre, hermano y padre antes de su primer año en Hogwarts. En ese momento, eran una familia en la que sus padres se regodeaban por poder estar ahí para ver a su hijo mayor obtener su primera varita. Y Regulus estuvo más que emocionado de estar ahí y no en casa.
Fue un placentero recuerdo en ese entonces, pero cuando Sirius pensaba en ello después de su selección en Gryffindor, solo podía describirlo como doloroso. Era uno de sus últimos recuerdos felices con la familia que le dio la espalda cuando se convirtió en un "traidor de la sangre". Un título que ganó al deshacerse de pensamientos prejuiciosos y hacerse amigo de aquellos que su familia consideraba de menor estatus en el mundo mágico.
Nunca se arrepintió del camino que escogió al dejar a su familia atrás, pero sí deseaba que hubieran cambiado de parecer. En su lugar, Orión y Regulus murieron durante la guerra, la salud de Orión le falló al probar que su sangre pura no lo protegía de toda enfermedad, y Regulus murió como un Mortífago. Ni siquiera sabía qué le pasó a su madre después de su sentencia en Azkaban, seguramente estuvo feliz de que lo enviaran a prisión.
Debía preguntarse, ¿qué pensó cuando escuchó que fue liberado?
—Excelente, ahora, si recuerdo correctamente, su primera varita estaba hecha de ébano, ¿no? Diez pulgadas y media, centro de corazón de dragón.
Sirius sonrió.
—Sí, exacto.
—Sí, Ébano es una fantástica madera con la que trabajar. Funciona muy bien con quienes practican Transformaciones y magia combativa. Pero más importante, es una madera que se empareja muy bien con un dueño que tenga el coraje de ser fiel a sí mismo. ¿Cómo le fue con ella en su tiempo de Hogwarts?
—Bastante bien. No pude haber pedido por una mejor varita. Es una pena que haya sido rota.
—Concuerdo. Siempre he odiado ese castigo —dijo Garrick—, no importa el crimen del maestro, la varita no merece sufrir. Y desafortunadamente, en su caso, fue rota injustamente. Pero veamos si podemos encontrarle una, ¿sí? Creo que debería ir a buscar unas varitas de ébano considerando que le sirvió tan bien antes. De endrino también.