makeup [Emiliaco]

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Ambos ya estaban vestidos por completo, Joaquín se encontraba en el regazo de su novio -qué sorpresa- y éste lo miraba con mucho amor a través del espejo frente a ellos.

--Mierda --maldijo el menor y soltó de golpe el delineador que tenía antes en sus manos, haciendo que cayera al piso.

Emilio frunció el ceño y lo miró confundido -¿Qué pasó?

Joaquín sólo soltó un suspiro profundo y llevó una de sus manos a su rostro, cubriéndolo y tallándolo no tan suavemente, de inmediato el rizado, asustado, alejó su mano y miró a su pequeño, quien ya tenía el delineador corrido por todo su párpado y en ambos ojos, aunque no parecía importarle.

¿Qué...?

-¿Por qué hiciste eso? -preguntó con los ojos bien abiertos y Joaquín no respondió, sólo miraba hacia el piso -Amor -llamó y en lugar de que el menor respondiera, acercó su rostro hasta esconderlo entre el cuello y hombro de Emilio -¿Qué pasó? ¿Por qué hiciste eso? -repitió y apretó el agarre que tenía en la cintura de su bonito, acurrucándolo más hacia su cuerpo.

Hubo un par de minutos de silencio, de los labios de Joaquín no salía absolutamente nada y Emilio comenzaba a preocuparse. No tenía idea de lo que había pasado.

-No me salía -habló por fin el menor con voz entrecortada y sorbió su nariz -lo borré varias veces y no me salía, estaba muy feo y se hizo un desastre, amor -cerró sus ojos fuertemente e intentó regular su respiración -traté de estar tranquilo para que no me saliera chueco como me dijiste la otra vez pero no pude, me desesperé muchísimo.

-Oh, cariño.

No era la primera vez que le sucedía aquello. A Joaquín aún le costaba bastante irse derechito con el delineador y su paciencia, bueno, era inexistente.

-Y ahora lo arruiné aún más, ¿por qué soy así? pude arreglarlo y ahora tendré que empezar desde el principio, ay -se quejó y se alejó de su pequeño escondite, mirando fijamente a Emilio quien tenía una sonrisita en sus labios -¿qué es lo gracioso? -preguntó y sonrió de igual manera.

El rizado negó con la cabeza y apretó sus labios para evitar sonreír más.

-No me estoy riendo, estoy sonriendo, son cosas diferentes -respondió y llevó sus manos a las mejillas de Joaquín -pareces un pandita.

-¡Emilio! -reprochó el pequeño y sonrió aún más.

-Ándale, déjame a mí.

-¿Delinearme?

-Sí, vas a ver que me va a quedar bien chulo.

Dicho esto, Joaquín se bajó del regazo de Emilio y caminó hasta donde estaba el delineador tirado, lo tomó y se lo tendió a su novio.

-Deja me desmaquillo bien, espérame tantito -dijo y tomó un algodón, que por cierto, era el único limpio que quedaba, se maldijo mentalmente por eso y luego lo mojó con un poco de desmaquillante para después pasarlo por sus ojitos, quitando todo resto de delineador que quedaba -Listo.

-Oka-

-Oh, no, espera -interrumpió y tomó la esponja que antes había usado para difuminar la base en su rostro y la pasó por la piel alrededor de sus ojos con leves golpecitos -ya, ahora sí, es que si no el delineador no va a pintar -fue lo último que dijo antes de volver a sentarse en el regazo de Emilio, ahora con sus muslos a cada lado de sus caderas para quedar volteado hacia él.

-Bueno, acércate lo más que puedas.

-Vas a delinearme, si me acerco mucho no creo que puedas ver bien.