makeup [Emiliaco]

especial I

[ Antes de leer les quiero decir que a lo mejor no es lo que esperaban y de hecho no me convenció del todo pero tuve un pequeño problemita que al final del maratón les cuento, lxs quiero. ]

La vida a veces suele ser... sorpresiva.

Nunca sabes lo que te recibirá un día nuevo. No sabes si al final de éste llegarás a casa con una gran sonrisa en tu rostro, o llegarás sintiéndote triste. No, no lo sabes.

Y Joaquín sólo iba a acompañar a su mejor amiga Azul a aquel concierto.

–-¿Seguro que estarás bien aquí?

El pequeño chico de rizos asintió con la cabeza varias veces.

–-Seguro, tú no te preocupes, de verdad —habló suavemente y le sonrió a la ojiverde.

—Podemos buscar quién tenga un boleto de sobra y-

—Azul —interrumpió Joaquín —¿crees que alguien va a tener un boleto de sobra para ver a Harry Styles? Ni locos. Es un milagro que haya venido a México, de aquí a que vuelva a venir... —dejó la frase al aire y continuó —nadie tendría un boleto de más, están carísimos.

—Es que no me gusta la idea de que te quedes aquí solito —la chica lo miró haciendo un puchero, en serio no quería dejar a mi mejor amigo solo y se sentía un poco culpable.

—Azul, estaré bien, no iba a dejar que vinieras sola hasta acá, sé que no es como si yo fuera súper grande pero es mejor a que vengas sola, ¿no? —le dijo y luego se acercó y le sonrió —mínimo serán dos horas, no es tanto.

—Pero es que Joa-

—No, es que el pendejo eres tú, baboso.

Azul fue interrumpida por una voz molesta a unos metros de ellos, fruncieron su ceño y miraron hacia aquella dirección.

—¿A quién vergas se le ocurre ir con su novia teniendo un puto boleto para ver a Harry Styles? —siguió hablando con expresión de enojo, con su celular en su oreja —Se siente mal, ¿y a mí qué me va a importar o qué pedo? Vete a la verga.

Azul abrió un poco sus labios y levantó sus cejas, dirigiéndose a Joaquín. Él la miró de vuelta.

—¿Por qué me ves así?

—¿No estás escuchando?

Joaquín frunció el ceño y levantó una de sus cejas, cuestionando.

—¡Su amigo lo dejó plantado! —habló la ojiverde y sonrió con ganas —lo que indica que tiene un boleto de sobra, ¡qué bien! ¿no?

Joaquín abrió grande los ojos y negó con la cabeza.

—¡No!

—¿Por qué no?

—Wey, tienes toda la puta semana para ver a tu novia y "ay sí, hoy que Harry Styles viene por única vez en su vida a México mi novia se enferma y tengo que estar con ella" chinga a tu madre, entonces, mejor.

—Porque no, Azul, no podemos hacer eso, se ve realmente molesto —dijo Joaquín mirando al chico rizado que caminaba de allá para acá —aparte no tengo dinero.

—Ay, tú no te preocupes por eso, observa esto.

La ojiverde se dio la vuelta y comenzó a caminar hacía el chico, que ya había dejado de hablar y tenía una de sus manos en que rizos, suspirando.

—¡Azul! —gritó el menor y abrió sus ojos en grande, pasando saliva y tratando de esconderse, avergonzando.

Mientras tanto la chica iba decidida a decirle lo que sea al otro.