makeup [Emiliaco]

26

Era un día nuevo en la preparatoria y el salón de Joaquín estaba en absoluto silencio cuando llegó el profesor de Ciudadanía, quien les tocaba justo a las ocho de la mañana.

Joaquín ya tenía su cuaderno afuera en su butaca, ya que el hombre siempre revisaba en cuanto llegaba e iba por número de lista, él siendo casi de los primeros.

Lo cual odiaba, pero claramente no podía hacer nada al respecto.

–-Bondoni Gress –-llamó el profesor.

Joaquín se levantó tomando su cuaderno y caminó hacia el escritorio, tendiéndole su libreta.

El hombre sólo la tomó y firmó sin mirar el trabajo en sí. El menor rodó los ojos. ¿Tanto esfuerzo para que lo firmara sin revisarlo?

Cuando ya tenía el cuaderno en sus manos e iba a voltearse a regresar a su lugar, la voz del profesor se escuchó.

—Joaquín.

Éste frunció el ceño y lo miró —Mande, ¿pasa algo? —preguntó confundido.

¿Ahora qué?

—Ven.

Okay... no entendía. Aunque obedeció y se acercó de nuevo.

—¿Qué tienes en tu cara? —preguntó el hombre sin dejar de mirar su rostro, son sus cejas fruncidas y una mueca de disgusto.

Joaquín pasó saliva y los nervios llegaron a su cuerpo.

—Umh, ¿maquillaje? —susurró lo más bajo posible. Todo el salón seguía en silencio y él en serio sólo quería irse de ahí.

—¿Maquillaje? —preguntó duramente —quiero que, por favor, Joaquín, vayas al baño y te quites eso, no te quiero ver así.

¿Qué mierda?

Joaquín frunció el ceño y abrió un poco su boca, incrédulo.

—¿Perdón?

—Joaquín, con eso en la cara no entras, ya te dije.

¿Estaba hablando en serio? ¿Por usar maquillaje no lo dejaba entrar a clase? ¿Estaba haciéndole una puta broma?

—Profes-

—Joaquín, hablo en serio, o te quitas eso o te bajo puntos, tú decides.

Joaquín pasó saliva tratando de pasar el nudo en su garganta, sin lograrlo, parpadeó rápidamente y negó con la cabeza.

—Profesor, —dijo suavemente —¿qué tiene de malo que use maquillaje? yo sólo-

—Joaquín —advirtió y le dirigió una mirada dura.

Joaquín no quería verse afectado, quería defenderse, pero en serio aquella presión en su pecho era demasiada y estaba sintiéndose realmente mal. Y es que... ¿qué clase de persona era aquel hombre? ¿En qué le afectaba que tuviera un poco de rímel y delineador en sus ojos?

Y antes de que las lágrimas se hicieran presentes, retrocedió y salió rápidamente del salón, no sin antes dejar su cuaderno en su butaca, molesto. Caminó hacia el baño y justo cuando entró dejó de morder su labio inferior y las lágrimas comenzaron a salir sin evitarlo, llevó una de sus manos a sus labios para cubrir sus sollozos y sorbió su nariz, tratando de respirar.

¿Por qué lo hacían sentir mal por ser él mismo? ¿Por qué no podía ser libre sin que a alguien no le pareciera que lo fuera?

—¡Joaquín! —se asomó Emilio un par de minutos después, preocupado y con su respiración agitada.