13

7K 623 473
                                    

–-No mames.

Soltó Emilio cuando miró a su novio con su nuevo suéter rojo puesto. Su boca estaba un poco abierta y lo miraba de arriba a abajo, admirándolo.

–-¿Q-Qué pasa, mi amor?

El rizado sólo negó con la cabeza, sin quitar su mirada.

—Es que-

—¿Qué, Emi? Me asustas.

—No puedo —suspiró y llevó ambas manos a su rostro, cubriéndolo. —No sé, o sea, ¿qué pedo?

Joaquín sólo... no entendía.

—Emilio, ya dime.

—¿De dónde vienes? —preguntó el rizado quitando sus manos y mirándolo.

El menor frunció el ceño confundido.

—¿Cómo que de dónde vengo? ¿De qué hablas?

—Es que, puta madre —continuó —no pareces de este mundo. Eres... joder, eres precioso. No puedo.

Joaquín abrió un poco su boca sin soltar palabra alguna, sus mejillas comenzaron a tornarse de un color rosado y sus orejas también.

—E-Emi-

—No, no, es que no —continuó Emilio y se acercó a su novio, y lo tomó por los hombros, mirándolo fijamente —no. Eres lo más hermoso de este mundo que ni siquiera creo que seas de este mundo, maldita sea.

—Emilio, estás exagerando, amor, basta.

—Lo que pasa es que no te estás viendo con mis ojos, bebé.

—Es lo mismo, Emi, deja de decir todo eso porque estás haciendo que me ponga muy rojo.

—Yo sólo digo lo que mi mente piensa, cariño —llevó sus manos a las mejillas de su novio —y mi mente me repite una y otra vez "Joaquín es completamente perfecto" —habló lentamente lo último, pasando saliva y juntando su frente con la del menor.

—Te amo mucho, Emilio —susurró y cerró sus ojos, sus manos ya estaban sosteniendo la playera azul de su novio.

—Yo te amo más, mucho más.

Acortaron la poca distancia que mantenían y juntaron sus labios en un beso suave y sin prisas, saboreándose mutuamente. Emilio mordía el labio inferior de su pequeño, lamiéndolo y volviéndolo cada vez más rojizo e hinchado.

—Mmh —soltó Joaquín, suspirando y separándose un poco —Emi.

—¿Mande, mi amor? —susurró el mayor con su respiración agitada.

—¿Puedo maquillarte de nuevo? —abrió sus ojos lentamente y le hizo ojitos a Emilio —¿Porfis?

El rizado sonrió y bajó sus manos a la cintura de su novio, rodeándolo y acercándolo hasta que sus caderas estuvieron juntas, haciendo suspirar a ambos.

—Tú mandas, precioso.

—¿Pero tú sí quieres?

—Yo quiero si tú quieres.

—Pues yo también voy a querer si tu quieres.

—Amor... —habló el rizado.

—¿Qué? —preguntó Joaquín con un puchero.

Sí quiero, Joaco, hazme lo que quieras.

—¿Lo que quiera? —el menor mordió su labio inferior.

—¡Joaco! —habló fuerte Emilio y rió negando con la cabeza, —¿Quién te viera? Te ves bien bonito, un angelito, pero nadie... —se acercó un poco —nadie te conoce tan bien como yo, y confirmo que no eres como te ves, amor.

—Ay, Emilio —Joaquín lo miró como de ¿es neta lo que estás diciendo? y luego suspiró acercándose a abrazar al rizado, recargando su mejilla en el hombro de éste —quizá tengas un poquito de razón.

El mayor sonrió con ternura.

Y él pensaba que por más, en serio, por más que Joaquín dijera cosas en doble sentido o tomara ese mood de diva seductor, no dejaba de ser tierno, de ser lo más hermoso que habían visto sus ojos.

¿Podía caber siquiera más perfección en su cuerpo? ¿En su corazón?

Probablemente sí, pensaba, probablemente... o quizá no, quizá ya había llegado a su límite de belleza, quizá ya era todo, porque Emilio sólo, joder, Emilio lo miraba y estaba completamente seguro de que no habría nadie, pero nadie en el mundo que supere a su novio, nadie.

Todos se daban cuenta, ¿no es así?

Se daban cuenta de lo hermoso que era Joaquín. Él lo sabía, sabía que cada que salían las personas miraban a su novio, algunos discretamente, otros ni siquiera lo disimulaban, y Emilio lo protegía de las miradas desagradables, pero sabía identificar cuando las miradas trasmitían ternura, porque el rizado lo miraba exactamente igual.

El mayor quería protegerlo de absolutamente todo lo malo, y no porque pensara que Joaquín no podía protegerse solo, porque, al contrario, él veía a su novio como alguien fuerte, valiente, alguien que se sabía defender de las personas que lo ofendían, pero su instinto protector sólo aparecía sin poder evitarlo.

Emilio no sabía cuánto amor podía guardar en él para dárselo a su pequeño, no sabía, y realmente antes creía que era imposible poder encontrar a una persona que amara con toda su alma, pero cuando conoció a Joaquín sólo... todos esos pensamientos se fueron al carajo. Porque cuando lo vio por primera vez quiso tenerlo entre sus brazos, quiso acariciar su cabello suavemente, quiso besarle sus mejillas, su frente.

Quiso amarlo tanto.

Y lo hizo. Lo hizo y la felicidad que sentía era tanta y la gran parte de ella era a causa de tener a Joaquín en su vida, de que él lo amara de vuelta, de que pudiera besar sus rojos labios tantas veces y sentirse tan bien.

Emilio sabía que Joaquín era alguien para sentarse y admirarlo totalmente, porque era pura jodida perfección. Todo, todo él.

—¿Bajamos, amor?

La suave voz de su novio lo sacó de sus pensamientos y parpadeó varias veces, sin dejar se mirarlo con ojos brillantes.

—Sí, cariño, vamos, maquíllame lo que quieras —respondió y entrelazó una de sus manos con la de Joaquín, dirigiéndose a la puerta de la habitación de éste —y yo haré lo mismo contigo, ¿va?

—Totalmente de acuerdo, Emi.

Así que bajaron las escaleras sin soltarse sus manos, riendo de un chiste malísimo que el rizado le había contado.

Joaquín quería tenerlo todo el tiempo, toda la vida.

Ambos querían tenerse siempre.

Y estaban seguros que así sería. Sí o sí.












🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼🌼

dato que a nadie le importa pero igual lo voy a decir: a veces cuando escribo este tipo de capítulos (o el que sea, de hecho), como que es bien raro porque yo escribo literal de un relación bien preciosa que derrama miel y azúcar y yo ni siquiera he pasado por algo así, y tengo alta envidia de mis propios personajes ahre pero amo escribir estas cosas, y al parecer a ustedes les gusta que sea así, así que jsjs

gracias pero gracias gracias por las 26k lecturas, es que son muchísimas, se los agradezco mucho, mucho !!💜

makeup [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora