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Joaquín se encontraba en el pasillo de cosméticos del súper mercado, mordía su labio inferior mientras miraba con concentración cada producto.

Había rímeles, bases de maquillaje, corrector, sombras para los ojos, lápices para la ceja...

Labiales.

Los ojos del pequeño fueron hacia ellos, eran muchísimos, filas y filas de labiales de todos los colores. Joaquín estaba impresionado. Se acercó lentamente mirándolos.

–-Wow –-susurró apenas, ¡eran demasiados!

Un color llamó su atención, era un simple color durazno pálido, lo abrió con cuidado y llevó la barra de labial a su mano, pintándola un poco. No daba mucho color, sin embargo, daba brillo y le gustó porque no era tan llamativo, aunque tomó otro labial, era rojo, pero lo usaría para darle poquito color a sus labios, así que lo dejó en sus manos.

Siguió caminando por el pasillo, y antes de que se detuviera para ver los polvos translúcidos una voz hizo que volteara a su lado.

—¿Eso no es para ti, no?

—¿Perdón? —respondió Joaquín confundido, mirando al chico que estaba a su lado.

—Esos labiales, son para tu novia, supongo.

El menor frunció el ceño.

¿Novia?

—No.

El otro chico rió.

—No me digas que eres mari-

—No —interrumpió Joaquín molesto —No y no tiene por qué importarte.

—Oooh, pero mira, sí usas maquillaje.

El chico alzó una mano, y antes de que tocara el rostro de Joaquín, éste la tomó y la empujó.

—No me toques, ni siquiera te conozco.

Enserio, no tenía una maldita idea de quién era.

—¿Sabes lo anormal es que un hombre se ponga maquillaje?

—¿Y tú sabes que tu opinión me vale mierda?

Wow, Joaquín.

El chico asintió con burla. Comenzó a retroceder hasta que se dio media vuelta y desapareció del pasillo.

Joaquín soltó el aire que estaba reteniendo y sus ojos comenzaron a humedecerse. Fue fuerte, y no supo de dónde había salido esa fuerza.

Ni siquiera, joder, ni siquiera sabía quién era él y porque lo ofendió de esa manera, Joaquín no había hecho nada para merecerlo.

¿La gente era así? ¿Siempre se metían en donde no las llamaban?

Bajó la mirada a sus manos en donde se encontraban los labiales.

"El maquillaje no sólo es para chicas, esos son sólo estúpidos estereotipos. Si tú te quieres delinear los ojos, hazlo, si quieres ponerte de esa cosa para las pestañas también puedes hacerlo, si quieres pintarte los labios hazlo, porque es tu vida, bebé, y es tu cuerpo, y tú haces lo que a ti se te dé la gana con él, ¿comprendes?"

El pequeño recordó las bonitas palabras de su novio, y es que, quería tomarlas en cuenta pero simplemente era difícil. Las personas sólo sabían criticar, y Joaquín no estaba seguro si estaba listo para recibir aquellos comentarios feos. Comentarios ofensivos por el simple hecho se hacer lo que le gusta.

Sabía que tenía que aprender a ignorarlos, pero no era sencillo.

Emilio siempre reía por las burlas que le decían, siempre mencionaba que si la gente hablaba mal de él era porque le tenían envidia.

makeup [Emiliaco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora