Extraño

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La película terminó y la mayoría de las chicas había muerto del sueño, inclusive Toga, que se había acostado cerca de Mina, solo quedábamos Tsuyu y yo despiertas, pero veía como el sueño estaba empezando a afectar a la peliverde.

-¿No tienes sueño, Ochaco-chan? - preguntó con su voz algo somnolienta.

-Hasta el momento no, quizás me tome un poco conciliar el sueño.

-Iré al baño antes de acostarme, los chicos al parecer ya se fueron, keru - dicho esto ella se levantó y salió, mientras tanto, decidí ordenar un poco el espacio donde dormiríamos, era todo un desastre, cubrí con una manta a algunas de las chicas, Yaomomo y Jirou solían dormir juntas de vez en cuando, así que frío no pasarían, Hagakure en cambio dormía sin alguna cobija y pronto se resfriaria, así que la tapé, en lo que respecta a Mina y Toga, cuál de las dos era más desordenada al dormir.

-¿No les duele el cuerpo después de semejante dormir? - susurré, ambas estaban en poses muy raras para dormir, lo más gracioso es que decían que se sentían excelente y sin ningún dolor, aun así, las arropé.

Me acomodé con unas cobijas y almohadas en el suelo, esperaría a Tsuyu para que durmieramos juntas, miré el reloj, daban las 2.39 am del día sábado, por lo menos podríamos descansar un poco más aunque nos hubiésemos acostado tarde. Esperé un poco más a la peliverde pero mis ojos pesados se cerraron antes de que ella llegara.

Empecé a despertar con algunos rayos que se filtraban a la habitación de Yaomomo, sentía otra vez una especie de bulto cerca mio y unos brazos alrededor de mi cintura, quizás Tsuyu dormida se acomodó junto a mi. Limpié mis ojos para poder ver bien, y noté que la peliverde dormía al frente de donde estaba yo, entonces ¿Quién?

-Cutie-pie - escuché de repente tras mi espalda y aquellos brazos apretaban un poco más su agarre en mi cintura, sonreí por lo bajo porque sabía quién era.

-Tú no cambias - susurré para girarme, la rubia dormía profundamente, ya había aprendido que solía hablar dormida, toqué su nariz  para molestarla, pero eso no fue suficiente para despertarla, reí un poco, se veía adorable, no quise molestarla si me levantaba o algo, así que me acomodé a su lado, la atraje más hacia mí y posé mi mentón sobre su cabeza, me gustaba estar así. Pasados unos minutos en esa posición, volví a conciliar el sueño.

*******
No sé cuánto habrá pasado, pero un ligero movimiento en mi hombro logró despertarme, giré mi cabeza en la dirección de aquel movimiento para encontrarme con la mirada y sonrisa de Mina.

-Bella durmiente, está listo el desayuno, tu y tu amada bajen a comer algo.

-¿Amada? - articulé a decir algo somnolienta, después de unos segundos recordé quién estaba entre mis brazos y la posición que manteníamos.

-Toga no ha querido levantarse solo porque tú no estabas despierta y no quería molestarte - comentó la pelirosa en un tono algo burlón, de entre mis brazos la rubia se movió algo "molesta".

-¡No es eso! - respondió ella de vuelta con un puchero- estaba profundamente dormida hasta que llegaste.

-Cómo digas, solo bajen a comer - dicho esto salió de la habitación, cuando aclaré un poco más la vista, noté que las chicas no estaban y en el comedor se sentía más ruido.

-Estaba cómoda aquí, no quiero ir - comentó con voz de niña pequeña mientras se apegaba más a mi.

-Vamos, las chicas se preocuparán si no vamos a comer.

-Tu fuiste quién me aprisionó aquí, asume las consecuencias - en un segundo tenía a la rubia sobre mi, a veces se me olvidaba lo rápida que era y lo fuerte de sus agarres, sonreía ampliamente, forcejeé un poco para que me soltara pero no hubo caso, atrajo una de mis manos a su boca y de la nada, mordisqueó mi dedo pulgar, sentí un ligero pinchazo seguido de un dolor punzante que era soportable- ¡Me gusta mucho cuando sangras, Ochaco!

Miré mi dedo y vi algunas finas gotas de sangre que se deslizaban por mi mano, me enfoqué en la mirada de Toga y esta parecía estar en éxtasis, su sonrisa había aumentado más y su rostro estaba sonrojado, por un momento sentí un miedo que ya había perdido con ella, pero su sola expresión lograba ponerme los pelos de punta.

Estuvimos unos minutos así sin decir nada, ella miraba cada gota que salía, mi mano estaba cada vez más manchada y algunas gotas cayeron a mi ropa, quería levantarme y salir de ahí, pero ella no soltaba su agarre, no quería usar mi quirk para sacarla de encima, pero era la opción más cercana que tenía para salir.

-¿Toga-chan? - hablé algo temerosa, su expresión no cambiaba.

-Himiko.

-¿Qué?

-Ahora somos más cercanas - comentó con una palabras secas a pesar de su enorme sonrisa- deberías llamarme solo por mi nombre, Ochaco.

Acto seguido, metió mi dedo a su boca para succionar la sangre que aún seguía saliendo, sacó un pañuelo rosa de su pantalón y empezó a limpiar mi mano, cuando ya no salió más sangre, dejó mi dedo en libertad, sonrojada noté sus colmillos tan tiernos teñidos de un color carmesí,  le daba una apariencia desquiciada, con aquel pañuelo vendó mi dedo y se quitó de encima para perderse por la puerta de la habitación, dejándome con mil preguntas en la cabeza y una situación que no entendía mucho.

* holi criaturas del bosque, esta parte es un poco más corta de lo que suelo subir, no alcanza las 1000 palabras, empecé a trabajar así que en mis ratos libres escribo y subo las cosas desde el cel:3 gracias por leer n.n y disculpen si me demoro en actualizar*

"Cómeme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora