Inesperado

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A la mañana siguiente me desperté temprano, me desperecé e intenté arreglar mi conciencia, cuando sentí un bulto en mi cama, como si hubiese otra persona, además, me di cuenta de que habían unas manos abrazándome de la cintura. Corrí las cobijas para ver a la rubia aquí conmigo.

-¿¡Toga-chan!? -susurré alarmada, era muy temprano, no quería despertar a los demás - ¿Qué haces aquí? Hey, despierta -toqué su mejilla con mi dedo hasta que empezó a despertar. Estaba somnolienta, se acomodó más a mi para seguir durmiendo- ¡No hagas eso! ¿Cuándo te metiste?

-Hmm..ruidosa -comentó con su voz de sueño, que por una extraña razón me resultó adorable.

-Vamos, despierta, tenemos que ir a clases -la moví un poco, pero ella reaccionó algo mal y se puso a horcajadas encima mío, luego bostezó mientras estiraba los brazos, parecía un gatito. ¡Tan linda!.

-Ochako-chan -susurró mi nombre con esa sonrisa traviesa nuevamente- ¡Cómeme!

-"¡Otra vez con eso!" -pensé y la hice a un lado para poder levantarme.

Después de esa caótica mañana, donde la rubia me estuvo siguiendo en repetidas ocasiones, empezamos el día escolar, esta vez iban a ser solo clases teóricas, el entrenamiento lo iban a dejar por hoy. Al almuerzo estuvimos todos juntos nuevamente, donde podía ver a Toga que compartía más con nosotros, de hecho le encantaba molestar a Deku, siempre andaba detrás de él, haciendo que se pusiera nervioso y demás.

La primera semana de este nuevo segundo semestre pasó lo bastante rápido para ver que el fin de semana estaba a la vuelta de la esquina. Tenía que ir a casa, así que me ausenté la mayor parte del tiempo en mi dormitorio para arreglar unas cuantas cosas, extrañaba mi hogar. Al momento de tener que irme, Iida y Deku me acompañaron a la estación de tren.

-Ten un buen viaje Uraraka-san -me deseó Iida con una sonrisa.

-Vendremos por ti cuando llegues, no lo olvides -mencionó Deku, a lo cual me sonrojé un poco y les sonreí- quizás traigamos a alguien más.

-¿Alguien más? -ladeé mi cabeza, normalmente siempre andamos nosotros tres.

-T-Toga-chan me pidió venir.

No pude responder ya que mi tren había llegado, me despedí de ellos y subí, ya arriba me quedé pensativa y algo molesta, Toga había empezado a pasar mucho tiempo con Deku, ahora los acompañaría cuando yo regresara. ¿Será que tienen una conexión muy fuerte? ¿Habrá algo más allá? Muchos pensamientos llegaban a mi cabeza y me estaba volviendo loca. Por suerte, el tren no demoró mucho y pronto estuve en el andén con mi familia, desde que empezamos a vivir en los dormitorios, no los había visitado.

-Es bueno que estés aquí Ochako, bienvenida -mi padre fue el primero en recibirme, estaba tan feliz que pude notar unas lágrimas de su parte.

-Prometiste que no lo harías papá -reí para abrazar a mamá después- estoy en casa.

En casa, todo se sentía distinto, estaba un poco más silencioso a lo que me había acostumbrado en los dormitorios. Mi habitación era la de siempre, nada había cambiado. La comida de mamá seguía siendo la más exquisita, reí mucho con las anécdotas de papá en su trabajo, en la constructora habían reclutado muchos chicos nuevos, pero que solo sabían meterse en problemas. La hora de dormir no había sido tan esperada como ese día, me recosté en mi cama como en los viejos tiempos, no tardé mucho en quedarme dormida. Al poco rato empecé a soñar, que nuevamente estaba en la UA, despertaba como de costumbre en mi dormitorio, pero se repetía la escena de la rubia ahí conmigo, cuando se estiró bostezando dejando ver su apariencia como un gatito travieso, y sus palabras resonaban por todas partes, "Cómeme", desperté de golpe, ya era de día, corrí las cobijas de inmediato para asegurarme que no estaba ahí, y pues no, estaba en casa, en mi cuarto de siempre. Los días siguientes me ocupé de ayudar en casa, de pasar tiempo con mamá en las tardes, preparar la cena cuando llegara papá y así, hubiese querido que durara más, pero en una vil y cerrar de ojos, estaba nuevamente en el tren, viajando a la estación. Avisé al peliverde que estaría allí en unos minutos, quería verlos, pero cuando llegué no estaban por ningún lado. Busqué con la mirada a los dos chicos pero nada, al parecer esta vez caminaría sola.

-¡Ochako-chan! -una voz un tanto chillona se escuchó de lejos seguido de unas pisadas rápidas -¡Te extrañé demasiado! -sin darme tiempo a reaccionar, Toga ya me estaba abrazando- No vuelvas a irte, por favor cutie-pie -espera, eso era un ¿sonrojo por parte de ella?.

-Toga-chan es bueno verte -sonreí algo apenada, esperaba en parte a los chicos, pero ese recibimiento no estuvo mal, de hecho me gustó- ¿Has visto a Deku y a Iida?

-Me pidieron que viniera por ti, Ochako-chan -ahí estaba esa sonrisa traviesa, con esos colmillos que la hacían parecer un gatito - ¡Podemos caminar juntas a casa, realmente te extrañé!

En el camino Toga me habló de las cosas que habían pasado los días que no estuve, no habían sido muchos, pero al parecer hubo mucho movimiento, se reía con una calidez que se me contagiaba, nuestros brazos iban entrelazados, fue ameno llegar a los dormitorios con ella, me divertí.

-¡Ochako ha vuelto! -exclamó Mina mientras se abalanzaba a abrazarme -estuvimos incompletas sin ti.

-Estás exagerando Mina -reí divertida.

-Aunque alguien si estuvo extrañándote mucho -vi que le dio una mirada a Toga y esta se sonrojó de inmediato.

-Iré a mi habitación -la rubia salió del salón bastante rápido por el comentario de Mina, lo que me causó gracia.

Al poco rato subí a mi cuarto, estaba cansada, no encendí las luces y solo me dejé caer en mi cama, estaba a punto de quedarme dormida cuando sentí unos golpes en la puerta. Algo somnolienta y frotándome los ojos la abrí, detrás estaba la rubia.

-Toga-chan, ¿qué pasa? -la veía inquieta, ella evitaba mi mirada y sus mejillas estaban más rosadas que de costumbre.

-¿Puedo...puedo dormir contigo esta noche Ochako-chan? -mi cara de asombro quizás fue muy obvia porque la vi hacer un puchero. Suspiré y asentí dejándola entrar, por suerte nadie la había visto, así que no tendría que dar explicaciones después. Encendí las luces para acomodar mi cama, hice una especie de separación para que tuviésemos el mismo espacio, no daba más del sueño así que terminado eso, esperé que se acostara para apagar las luces nuevamente.

-Descansa, Toga-chan -murmuré, no obtuve respuesta, o si dijo algo, no la escuché ya que el sueño me la estaba ganando, pero si volví a despertar al sentir unos brazos que me rodeaban y que apoyaba su cabeza en mi espalda apegándose más, me quedé quieta con el corazón a mil, pero no dije nada, estaba intentando aparentar que estaba dormida.

-¿Ochako-chan?-no emití respuesta- Ochako-chan...me gustas mucho. "¿¡QUÉ!?" fue lo que pensé de inmediato mientras sentía que apretaba más su abrazo, le quise responder pero sentí que ya estaba dormida por su respiración. ¿Qué fue eso? ¡Solo llevamos un tiempo juntas! ¿Qué está pasando? Mil preguntas se vinieron a mi mente y a eso de las 5.30 am pude conciliar el sueño. 

**¡Gracias por el amor que le dan a estas historias criaturas del bosque! :3**

"Cómeme"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora